_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Aviones sin aeropuerto

Los políticos eligen el rumbo, pero si también dibujan el mapa no llegamos a buen puerto

Víctor Lapuente
El Prat
Un avión sobrevuela el delta del río Llobregat, al lado del aeropuerto de El Prat de Barcelona.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)

En España hemos pasado de los aeropuertos sin aviones (Castellón o Ciudad Real, entre otros) a los aviones sin un aeropuerto adecuado (El Prat). En los años del despilfarro, el territorio nacional se llenó de aeródromos fantasma, para gloria de los políticos que los inauguraban y la estupefacción de los economistas que no veían una demanda objetiva. En tiempos de recuperación, cuesta acometer la ampliación del de Barcelona, largamente solicitada en Cataluña. Y, en ambos casos, el mismo problema: los políticos secuestran el ciclo natural de las decisiones públicas.

En democracia, la política es conflicto. Solo los autócratas pueden decir “que se haga una pirámide” y se hace. Pero, precisamente porque una democracia es un constante tira y afloja, el disenso tiene que sistematizarse. Y la discusión sobre cómo incrementar las conexiones intercontinentales de El Prat, que se retrotrae a principios de este siglo, ha sido caótica. De momento, se ha resuelto con una reunión secreta entre el vicepresidente, Jordi Puigneró, y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. Esto ha enfurecido a políticos de los ayuntamientos afectados, que llevaban tiempo deliberando en una mesa de trabajo que, de repente, ha quedado obsoleta.

Más información
Un aeropuerto de unicornios

Naturalmente, los ecologistas también han puesto el grito en el cielo. Alargar la tercera pista del aeropuerto deteriorará un espacio natural protegido en el delta del Llobregat. Y más aviones significa más emisiones de efecto invernadero y más turismo low cost.

Pocas decisiones recientes ejemplifican más claramente el dilema económico de nuestra era (crecimiento rápido versus sostenible) y el político de nuestro país (Gobierno catalán versus Estado). Pocos debates deberían pues haberse tratado con más mimo. Pero, tanto cuando llenábamos el desierto con obras públicas elefantiásicas como cuando vaciamos el mar con pistas de aterrizaje, nuestros políticos toman una decisión y luego buscan el consenso con los afectados. Debería ser al revés. Primero, consultemos a expertos, que proyecten escenarios distintos en función de priorizar más la economía o el medioambiente (por ejemplo, un aeropuerto “verde”, uno “amarillo” y uno “rojo”). Y después decidamos en función de criterios políticos, dejando claro a qué le damos más importancia. Los políticos eligen el rumbo, pero si también dibujan el mapa no llegamos a buen puerto. Ni aeropuerto. @VictorLapuente

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_