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Columna
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Bienaventurados los mansos

Todo lo que gane Putin jugando al Risk lo perderá en el Monopoly

Unas personas se reúnen para protestar contra la operación militar de Rusia en Ucrania frente al Consejo Europeo, este lunes, n Bruselas, Bélgica.
Unas personas se reúnen para protestar contra la operación militar de Rusia en Ucrania frente al Consejo Europeo, este lunes, n Bruselas, Bélgica.STEPHANIE LECOCQ (EFE)
Víctor Lapuente

“Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra” (Mateo 5:5). Siempre me ha costado entender este versículo del sermón de la montaña, porque la historia está escrita por conquistadores bravos, de Julio César a Vladímir Putin. Pero ahora intuyo que la bienaventuranza era una profecía, con unos 2.000 años de antelación, de la Unión Europea, que es una confederación de mansos. Una unión voluntaria de bienes, servicios, trabajadores y estudiantes Erasmus que está demostrando ser más fuerte que la superpotencia militar rusa, con la que lleva décadas echando un pulso por el alma continental. Y el caos creativo se acaba imponiendo al orden destructivo, aunque tarde tiempo y conlleve desesperación, como la que vivimos estos días con la guerra de Ucrania.

Rusia ha conquistado territorios ucranios, pero quien ha robado el corazón de los ucranios es Europa. Y no es un argumento sentimental, sino material. Los ucranios no solo imaginan que el progreso es la UE, sino que, a diferencia de otras naciones, lo han visto en primera fila. Al caer el muro de Berlín, las colindantes Ucrania y Polonia tenían un desarrollo económico similar, pero, mientras Polonia se disparó al acercarse a Europa y entrar en el mercado único, Ucrania, aislada y dependiente de Moscú, sufrió altibajos. En vísperas de las revueltas populares de 2013-2014 en Kiev, un polaco ya tenía tres veces más renta que un ucranio. Es esta miseria económica, en comparación con sus vecinos europeos, la que motivó a los ucranianos a tomar el Maidán y les motivará a retomarla de los rusos o del sátrapa que sea.

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Los ucranios, el 80% de los cuales tenía una visión favorable de la UE antes de la invasión (no digamos ahora), llevan años avanzando hacia Europa. Si acaso, esta guerra, diseñada para frenarlo, acelerará este proceso tan inevitable como que la gente quiere vivir mejor. A primera vista parece que, desde 2014, Putin ha ido haciéndose fuerte en Ucrania, empezando por Crimea y culminando con esta ocupación. En realidad, como apuntaba Andrew Moravcsik en 2020, quien ha ganado durante este tiempo en Ucrania es la UE, estrechando lazos comerciales, ofreciendo ayudas o diseñando un programa de reformas legales y económicas. Y, ahora, con su apoyo multifacético a la valiente resistencia ucraniana.

Todo lo que gane Putin jugando al Risk lo perderá en el Monopoly. @VictorLapuente

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