2.958 colombianos (Registraduría Nacional, Bogotá)
Colombia es lo que ocurre mientras ignoramos lo que pasa en el Congreso
Colombia es lo que ocurre mientras ignoramos lo que pasa en el Congreso
Aquí ni los villancicos que no dejan oír –ni las luces que no dejan ver– consiguen aplazar hasta enero a una clase política obsoleta pero enquistada en el Estado que se empeña en negar la guerra
Colombia, un país en el que más de cien personas LGBT son asesinadas cada año
No es poco que Santos se encuentre cara a cara con Timochenko: la tradición colombiana ha sido darles la espalda a los guerrilleros que se desarman
Aquí estamos: tratando de explicar que la guerra termina cuando se conoce la verdad
Sigue dándose ese machismo lagarto en un oficio que es el oficio de librar de la violencia
El señor Londoño no va a ser presidente de Colombia, no seamos idiotas
Y, a continuación, un nuevo capítulo de cómo sabotear un país, y no es España
Aquí va a ganar el que grite mejor
Hay cosas más graves que el fútbol, pero no mientras sucede el partido
El problema no es la droga sino esta guerra abyecta e hipócrita contra la droga
Para demasiados miembros de esa derecha legal “justicia” sigue siendo aquello que le pasa al enemigo
Esto es lo que llaman “posconflicto”: esta extraña nostalgia por el rencor
La tal descertificación es una patraña: una manera muy gringa de obligar a Colombia a seguir enfrascada en la rentable “guerra contra las drogas”
Francisco reconoció que Colombia está llena “de gestos heroicos, de gran humanidad y alto valor espiritual”, una obviedad que poco se dice
Crece uno en Colombia con la certeza de que el Estado no es un logro sino un enemigo
'Amazona' dirá a los espectadores del mundo que los padres no dejan de ser hijos, pero también que Colombia no ha cedido a la derrota a fuerza de narrarse
La devastadora victoria de Trump sirvió para aclarar que el viejo mundo no ha dejado de hacer parte del mundo
Por qué sigue sorprendiéndonos la vieja suciedad de la política tanto como la vieja vileza de la guerra
Quizás lo mejor de Santos es que no haya sido Uribe. Que por la razón que sea, haya librado a su presidencia del peligrosísimo culto a la personalidad
Nos espera, de aquí a las elecciones de mayo de 2018, una resbaladiza campaña política cargada de religión, de fanatismo
En Colombia, que no es mejor ni es peor que ninguna parte, se da aquello de caerle al caído incluso antes de que acabe de caer
El expresidente Uribe ha decidido llamar “violador de niños” al columnista satírico Daniel Samper Ospina para acabar con él
Quienes repiten que “Colombia va a camino a volverse Venezuela”, aquí en Bogotá, ignoran e irrespetan a ambos países
Hoy estamos rodeados por líderes que no cometen lapsus, sino que lo son.
Hay gobernantes que no saben que Colombia es un país laico
Los líderes sociales de ciertas regiones colombianas se despiertan hoy con la seguridad de que un día de estos es su asesinato
Uribe le vaticinó un futuro negro al país con mentiras rampantes
Cada tanto cantamos victoria: pensamos que Colombia ha dejado de ser el país que pierde su tiempo en las farsas más inútiles del mundo
Adiós cultura ciudadana, y adiós convivencia, y bienvenidos a Bogotá en los tiempos del odio
Donald J. Trump, qué extraña su vida de magnate, nunca pensó –ya lo dijo– que gobernar su país fuera tan difícil
Esta democracia nuestra está lejos de librarse del pasado y sus ridiculeces y sus abusos
15.000 menores sufren abusos sexuales cada año en Colombia
En un país que exporta eufemismos, es un hombre conciliador que habla de frente
La verdadera política sucede a espaldas de los politiqueros
En Colombia hay 45 millones de católicos bautizados, pero muy poca compasión
Creo tercamente que, siempre que sea necesario tomar partido, hay que estar del lado de las personas que se permiten los lugares comunes: el amor, la reconciliación, la paz
Lo que ocurrió aquí el fin de semana, en plena tragedia de Mocoa, no fue una protesta de los perseguidos ni de los marginados, sino de los poderosos
¿Y si a pesar de su fachada y su progresos, sigue siendo el tercer mundo y sus propias parodias y sus novelas del “boom”?
Que una iglesia tenga poco que ver con Dios no es noticia. Que un periodista se vea sitiado por un poderoso, es de cierto modo un hábito