_
_
_
_

Los fieles manifestante

El VOTANTE DECIDIDO. Minimizar la importancia del público en los mítines electorales es un error. No son comparsas, aunque lo parezcan cuando protagonizan escenas que rozan la idolatría, más cerca del entusiasmo de un club de seguidoras de Enrique Iglesias o de las Spice Girls que de sesudos militantes que sopesan un programa electoral. Los asistentes son esenciales para transmitir una imagen de fuerza interna -y contagiar energía a los propios candidatos- y externa, para que los partidos demuestren que arrastran masas. Distintos son los actos rurales, donde la comunicación entre políticos y asistentes es más natural y directa.

Estrellas del trompicón Los teloneros, a derecha e izquierda, animan la campaña con ocurrencias, despropósitos y errores memorables.

ORADORES DEL PRÓLOGO. Antes del líder, los actos electorales se calientan con los discursos fogosos de quienes preceden a la estrella: los teloneros de la campaña. Ellos, bien mirados, se convierten en ocasiones en los auténticos protagonistas por su osadía, sus errores, su frenesí verbal y sus ganas de salir airosos ante la mirada (a menudo, entre perpleja y risueña) de los dirigentes políticos de sus formaciones, más duchos en la prosodia pública. Con independencia de las ideologías, hay teloneros que hacen reir y otros que dan miedo. Ésta es una antología de algunas de esas estrellas fugaces que han acabado estrellándose contra la palabra en lo que va de campaña.

_

newsletter

Recibe la mejor información en tu bandeja de entrada
Apúntate
_