Antonio Romero Candidato de IU: "Chaves juega a una política distinta a la del PSOE federal"
Pregunta. Ha pedido el voto de los sindicatos, de los jóvenes, de los trabajadores, de los electores socialistas... En la recta final alude simplemente a la participación.Respuesta. Existen dos legitimidades para pedir el voto de los electores del PSOE: una, que tenemos candidatos socialistas del PASOC; y otra, que los electores que votan al PSOE no deberían darle la mayoría absoluta.
P. Lo plantea como una verdadera catástrofe.
R. Volveríamos a una política de encefalograma plano, de rutina y frialdad política. Y, además, regresaría la prepotencia porque está por encima de la voluntad de las personas. Cuando se tiene una mayoría absoluta se tiende a la soberbia y a no negociar con las otras fuerzas, ni siquiera con los colectivos sociales.
P. Si el PSOE no alcanza la mayoría absoluta, ¿cree que oirá la llamada de IU?
R. Los electores de la izquierda no quieren que el PSOE pacte con fuerzas a su derecha. No caben giros al centro. El PSOE no lo hará en España con Jordi Pujol, y en Andalucía no se debería hacer con los que firman con Pujol la Declaración de Barcelona, que es el PA.
P. Una de las tácticas de IU ha sido presionar a Manuel Chaves para que siga el camino de Almunia, pero Chaves no se da por aludido.
R. Bueno, la procesión va por dentro. Los sindicatos han pedido diálogo, antes, durante y después del 12 de marzo. El pacto municipal PSOE-IU, que ha sido muy positivo, tiene que repetirse en la autonomía. Eso ha calado, incluso, en muchos sectores del PSOE.
P. ¿Qué le parece que Frutos rehúya el ataque a Almunia?
R. Ellos tienen un acuerdo firmado para una investidura conjunta, un gobierno y un programa. En Andalucía, no. Por tanto, hay total libertad de IU para hacer un análisis crítico del Gobierno actual y, precisamente, como el propio PSOE ha escogido el camino de hablar después del 12 de marzo... Yo no he llamado a las puertas del PSOE, sino a las del pueblo andaluz.
P. Sin embargo, Chaves en el debate de Canal Sur le dijo que se le iban a romper los nudillos de tanto llamar a su puerta.
R. Hay timbres, yo no llamo nunca con los nudillos. Chaves está muy antiguo, ja, ja. Es que nosotros no hemos llamado, hemos dicho que en Andalucía se debería traducir el acuerdo, y Chaves no ha cerrado esa puerta a IU, sino a Almunia y a su dirección federal. Está jugando a la posibilidad de una política distinta a la de su partido en el ámbito nacional.
P. ¿A quién le ha cogido más con el pie cambiado el acuerdo de Madrid, a Chaves o a usted?
R. A Chaves. Yo estuve desde el primer momento en el ajo. Chaves jugaba sólo a la mayoría absoluta o a pactar con el PA y confrontar con IU, sacando elementos de la pinza y el pasado. Sinceramente, creo que el acuerdo le dejó fuera de juego y todavía no lo ha superado. Está agazapado a ver qué pasa en las generales. Si sale bien el Gobierno plural, tendrá un carácter estratégico para todas la izquierda española, y si no, corremos el riesgo de que vuelvan a mirar hacia el centro.
P. O sea ¿qué dependen de lo que pase en Madrid?
R. No, pero Chaves no pondrá poner en marcha la operación sándwich con un pacto en el Gobierno y en los ayuntamientos y no en Andalucía. Aquí dependeremos de los diputados y correlación de fuerzas: lo políticamente necesario (gobierno plural) tiene que ser matemáticamente posible. Haríamos el programa, sin ser petulante, más innovador de la izquierda plural en Europa. Tenemos 7.200.000 habitantes, mucha más población que algunos países de la UE.
P. ¿Por qué no se metió en el acuerdo federal a Andalucía?
R. Porque sólo había elecciones andaluzas y legislativas. IU lo planteó. Y a pesar de que a Almunia le hubiera gustado, el PSOE andaluz no lo permitió. Si en Europa hace falta una política de izquierdas, en España más, y lo de Andalucía es una imperiosa necesidad.
P. Al principio se centró más en el PSOE que en el PP. Ahora ha ido a por Teófila Martínez.
R. En los últimos días he dado un giro al discurso. Porque no sólo está en cuestión lo público, el derecho al trabajo, la vivienda o la sanidad, sino un deterioro y agresión a las libertades. La derecha significa un atentado al pluralismo, a los valores democráticos, y una lectura neocentralista de la Constitución. Por eso, estamos llamando a jóvenes y a las mujeres, porque los pijos de la derecha van a votar masivamente y van a llevar a la cola electoral hasta Snoopy.
P. ¿Por qué cuesta más movilizar al voto a la juventud de izquierda que a la derecha?
R. A los de derecha se le prometen horizontes de stock option, y los de la izquierda están muy desencantados de la política que se ha hecho hasta ahora.
P. La mejor encuesta le da diez escaños, y ahora tiene 13.
R. Hay algunas que nos dan seis. Yo creo que diez, con una variación, se pueden convertir en 13. Aunque, desde luego, no firmo la situación actual, aspiramos a tener un mejor resultado.
P. ¿Qué lectura interna se haría en IU si bajan escaños?
R. No sólo hay elecciones en Andalucía, sino en toda España. El análisis es para IU en todo el ámbito nacional, y estoy convencido que el porcentaje de Andalucía va a ser el mejor, en legislativas y autonómicas. La ventaja es que vamos a verlo con lupa no sólo en Andalucía, sino en toda España.
P. Cuando le nombraron candidato, decía que no creía que le hubieran dado un caramelo envenenado por la perspectiva descendente de IU. ¿Qué piensa ahora?
R. Ha sido un honor encabezar IU en estos momentos de dificultades. Dentro de IU hay muchos matices, pero vamos todos en el mismo barco, con una lealtad fuerte cuando salimos a la calle a jugarnos nuestro futuro.
P. ¿Cree que se ha limado entre sus filas la cultura antiPSOE?
R. No me gusta esa expresión, pero la confrontación se daba a partes iguales. Eso ha marcado las relaciones, pero a raíz de las municipales ha cambiado y es interesante. Lo que hay es una garantía en IU: se hará un referéndum entre la militancia si alcanzamos un acuerdo con el PSOE tras el 12 de marzo. La última palabra la tendrán los afiliados.
P. El CUT de Sánchez Gordillo, que es miembro de IU, ya se ha declarado en contra del pacto.
R. Lo que plantean los de el CUT es que es light y que no supone un giro a la izquierda.
P. Sánchez Gordillo dijo que lo mismo se iba.
R. No, no, no habrá fractura.
P. Cuando analizaron el descenso de las municipales (200.000 votos menos), hacían una autocrítica del exceso de discurso moral y poco práctico. ¿Se ha reconducido?.
R. Sí, aunque hemos tenido poco tiempo para explicar los pactos municipales con el PSOE. Pero la gente nos ve ya con voluntad real de asumir tareas de gobierno sin perder nuestras señas de identidad ni nuestro enfoque utópico. Hemos hecho compatible ser una fuerza transformadora de la sociedad con resolver los problemas cotidianos de la gente. Estamos en el discurso de lo muy concreto y útil.
P. ¿Le está costando trabajo diferenciar su mensaje?
R. No, nuestro discurso es muy claro y contundente: más poder andaluz, más derechos sociales, reparto del trabajo, defensa de lo público, y conseguir que Andalucía lidere la construcción del Estado federal. Por ejemplo, no se puede olvidar que Chaves firmó con Rodríguez Ibarra y Bono la Declaración de Mérida. Sin embargo, Frutos y Almunia hablan más allá en el camino del Estado federal, y eso nos sitúa a nosotros en muy buenas perspectivas. Nuestro discurso se ha abierto camino con autonomía.
P. Decía antes que lo había cambiado en estos días.
R. Bueno, sí. El objetivo fundamental ha sido la confrontación con la derecha. No sólo la de Madrid por su política antiandaluza. También con lo que representa la revolución de Téofila Martínez o el alcalde de El Ejido. Y un gesto autoritario, que ha forzado salidas como la de Pimentel y Amalia Gómez. Diré más: Aznar tiene un programa oculto mucho más derechista que el que está exponiendo, ya que ha suavizado su discurso a raíz del acuerdo de la izquierda.
P. Se refiere usted casi más a las legislativas que a las autonómicas.
R. De la media hora que dura mi intervención, dedico diez minutos a Madrid: construcción del Estado federal, y el acuerdo de la izquierda para que la gente se ilusione y lo haga posible aquí. Los otros 20 minutos son para las autonómicas: andaluz de la a la z.
P. ¿Cree que el enfrentamiento entre Gobierno y Junta ha sido más una pelea de partidos que un conflicto institucional?
R. Ha habido una pelea institucionalizada, con rasgos partidistas, que no ha tenido traslado a la sociedad andaluza. La confrontación ha sido muy burocrática, muy institucional y poco movilizadora. Hay que tener en cuenta que, independientemente de la naturaleza institucional de la confrontación y el aprovechamiento partidista, en el pueblo andaluz, incluido los electores del PP, ha calado que el Gobierno de Aznar no ha tratado por igual a Andalucía que a otras autonomías. Se ha pagado un peaje a Pujol y Cataluña en detrimento del pueblo andaluz.
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