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"Tuvimos miedo; pero lo dominamos"

A las siete menos dos minutos tomaba tierra el avión de Iberia «Asturias» secuestrado el pasado lunes cuando volaba de Barcelona a Palma, y tras haber protagonizado uno de los más largos secuestros de la historia. Luciano Porcari, que tomó el avión para exigir a cambio la entrega de sus dos hijas, Margarita y Consuelo, de tres y cinco años, fue reducido en Zurich por el comandante español Santamaría Pena. El avión llevaba en poder de Porcari más de 45 horas. En todo el episodio, dos enfermos por crisis nerviosas, y un herido de bala -un policía suizo vestido de Iberia- en un pie. Ayer había en Barajas, a la llegada del avión, gritos de enhorabuena y aplausos a la tripulación que con serenidad y aplomo siguió la increíble aventura de este secuestro.

El avión secuestrado aterrizó en Varsovia

El Boeing 727 de Iberia, secuestrado el pasado lunes cuando volabade Barcelona a Palma, ha aterrizado anoche a las once y media en el aeropuerto de Varsovia. El secuestrador anunció que dejaría dormir, sentados, a los pasajeros, y pidió que esta madrugada, a las siete, estuviera dispuesta una tripulación de relevo en el aeropuerto de Zurich. Todo indica que Luciano Portari, elsecuestrador, tiene intención de continuar su contradictorio viaje. Su itinerario hasta ahora ha sido: Barcelona, Argel, Abidjan, Sevilla, Zurich, Turín,Zurich, Turín, Varsovia. A las dos y cuarto de la madrugada de hoy, el secuestrador, que mantiene consigo a trece pasajeros, la tripulación y a su hija -un total de veintidós personas- se ha avenido a entablar diálogo con las autoridades. Las negociaciones han co. menzado. Según la agencia polaca Pap los embajadores de Italia y de España y el representante de Iberia en Varsovia han iniciado este ,diálogo. Del contenido de éste no se tienen noticias al cierre de esta edición.

Su hija y ocho millones, por el avión y los rehenes

Un italiano secuestró ayer un avión de Iberia con 37 personas a bordo, en un intento de recuperar a su hija, una niña de tres años, que vive actualmente en Costa de Marfil con su madre. Al filo de la medianoche, las conversaciones iniciadas en el aeropuerto de Abidjan con el secuestrador dieron resultado. Este dejó en libertad a sus rehenes y recibió a su hija y ocho millones y medio de pesetas.