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Alicia Gámez / MARCEL·LÍ SÀENZ
Alicia Gámez, la española rehén de Al Qaeda en el Magreb (AQMI), ha sido liberada por problemas de salud y porque se convirtió al islam, según un comunicado de la organización que será difundido en las próximas horas.
"Que el que la haga la pague. Que sepan los terroristas, los violadores y los pederastas que causen muertes que van a tener que arrepentirse cada día de su vida en la cárcel", dijo Federico Trillo desde la tribuna del Congreso para justificar su propuesta de cadena perpetua que, por primera vez, el PP defiende formalmente en la tramitación de una ley.
"Esto no es un congreso de continuamos para bingo". Esta frase resume las opiniones de algunos dirigentes sobre el primer congreso extraordinario del PSOE de Andalucía en sus 33 años de historia. Es un acontecimiento lógico, pero no normal, porque se adelanta dos años sobre lo previsto por los problemas inesperados de bicefalia entre Manuel Chaves y José Antonio Griñán.
El PP gira de nuevo en torno a Esperanza Aguirre. Los populares, y en especial su líder, Mariano Rajoy, se vieron obligados a reaccionar ayer ante la entrada en tromba de la presidenta de Madrid y su campaña de "rebelión" contra la subida del IVA. Aguirre reavivó ayer la guerra fiscal a través de su número dos, Ignacio González, a la vez que, para salvar sus maltrechas cuentas autonómicas, decidía acudir a los tribunales para reclamar al Estado 5.680 millones de euros en concepto de deuda histórica.
Nada de nuevo episodio de guerra sucia contra ETA. Lo que acabó con la vida de Jon Anza -de cuya desaparición, tortura, asesinato y enterramiento ilegal acusaba la banda a los cuerpos de seguridad españoles o franceses- fue un infarto. El cuerpo del etarra fue hallado por la policía francesa en un depósito de cadáveres de Toulouse, donde permanecía desde su muerte, que se produjo el 11 de mayo de 2009.
Las asociaciones de víctimas del 11-M dieron ayer señales contradictorias sobre su relación. Unidas por la tarde en el Congreso para honrar a los 192 muertos del atentado yihadista y divididas por la mañana en actos de conmemoración diferentes, respaldados por miembros del PSOE o del PP.
Heridos muy leves, personas que alegaron estrés postraumático, es decir, daños psicológicos difíciles de confirmar, y cuyo nexo con el atentado resultaba difícil de comprobar. Es el perfil de las 34 personas que se presentaron en los primeros meses después de los atentados del 11-M de 2004 como víctimas, pero que finalmente no fueron incluidas como tales en la sentencia del 31 de octubre de 2007.
El Congreso dedicó ayer la jornada al recuerdo de los fallecidos el 11-M y aprobó declarar el 27 de junio como Día de las Víctimas del Terrorismo, fecha en la que ETA mató a una niña de 22 meses, Begoña Urroz, en 1960. Por la mañana, el acto más institucional.
Una mujer fallece por inhalación de humo de un generador eléctrico - La Generalitat y las eléctricas dudan que haya compensaciones económicas
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