Al Qaeda liberó a Gámez porque "se convirtió al islam" y por su mala salud
Los terroristas aseguran en un comunicado que la conversión fue voluntaria
Alicia Gámez, la española rehén de Al Qaeda en el Magreb (AQMI), ha sido liberada por problemas de salud y porque se convirtió al islam, según un comunicado de la organización que será difundido en las próximas horas.
EL PAÍS ha tenido acceso en exclusiva a ese comunicado, un largo texto en el que AQMI intenta justificar sus ataques contra ciudadanos españoles, y al que acompaña una fotografía en la que se ve a los tres rehenes catalanes poco después del secuestro -el 29 de noviembre en la principal carretera de Mauritania- y un vídeo. El rostro de la mujer está difuminado en la fotografía. En el vídeo, rodado aparentemente el pasado fin de semana, se ve a dos hombres caminar en el desierto rodeados de combatientes en armas. Se trata, según los terroristas, de Roque Pascual y Albert Vilalta. Este último camina sin dificultad, por lo que se deduce que se ha recuperado ya de los tres balazos que recibió en una pierna el día del secuestro.
"Los secuestrados reciben un trato correcto por nuestra parte"
"Los españoles son los primeros que deben saber las bondades del islam"
Los islamistas quieren que se atiendan ahora todas sus peticiones
Los secuestradores piden 3,7 millones de euros por liberar a los cooperantes
"Dado que Alicia Gámez se ha convertido al islam (...)" y "dado su estado de salud (...) los muyahidines han decidido liberarla". A continuación, precisan que la conversión ha sido "voluntaria" y que ahora su nuevo nombre es Aicha. Al Qaeda da "gracias a Dios por haberla colocado en el camino recto y le ruega que su fe musulmana sea cada día más fuerte".
Los muyahidines se esfuerzan siempre por convertir a sus rehenes al islam, pero el hecho de que hayan aceptado no ha conllevado, ni mucho menos, su liberación. El médico español que examinó en Uagadugú a Gámez después de que fuese liberada la encontró bien. De ahí que los argumentos esgrimidos en el comunicado sean más bien un pretexto.
El grupo terrorista se dirige a continuación al Gobierno español. La liberación de la rehén, recalca, "es una iniciativa positiva que le obliga [al Ejecutivo] a responder favorablemente a nuestras peticiones legítimas que constituyen la única condición para que los otros ciudadanos [Vilalta y Pascual] salgan sanos y salvos". Y pide a la opinión pública española que presione al Gobierno.
AQMI no especifica en qué consisten sus "legítimas demandas". Se trata, según fuentes conocedoras de la negociación, de un rescate de unos cinco millones de dólares (3,7 millones de euros) y de la excarcelación de un cierto número de presos islamistas de la prisión central de Nuackchot.Esta última exigencia es difícil de satisfacer porque, por lo menos públicamente, el Gobierno de Mauritania se ha negado a soltar a ninguno de los 67 barbudos que mantiene detrás de los barrotes. Algunas fuentes españolas que siguen la negociación confían en que, al final, Al Qaeda renuncie al intercambio de presos por rehenes.
En un segundo texto, la organización reitera su tradicional explicación sobre por qué España es uno de sus objetivos: "(..) ha participado con los aliados y con la OTAN en una guerra contra nosotros en Irak y Afganistán". "Esta guerra no establece distinción entre civiles y militares". "Y nosotros (...) nos proponemos pagar a España y a sus cuidadanos con la misma moneda". "Mientras los musulmanes inocentes estén sufriendo, los españoles no van a estar en paz".
Los terroristas de AQMI también se refieren a los condenados por el 11-M: "Los detenidos en España acusados de terrorismo, de los que se dice que están vinculados a nosotros, son personas inocentes, que no tienen ninguna relación con nosotros, ni de cerca, ni de lejos".
El texto añade: "Los españoles son los primeros que deberían de conocer las bondades del islam y su gloria". "Ellos han tenido el honor de conocer la civilización islámica en Al Andalus", es decir, durante la época en que la península Ibérica estuvo islamizada. "Al Andalus es tierra de los musulmanes (...)".
La dirección de Al Qaeda concluye enviando un mensaje "tranquilizador sobre los dos secuestrados". Ambos "reciben un trato correcto por nuestra parte". "Podéis entrevistar a la hermana Aicha [Alicia] y aseguraros de que ella ha recibido un buen trato".
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