Santa Coloma adjudicó obras por 35 millones irregularmente

La gestión urbanística que se articuló en los últimos tres años en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) a través de su constructora pública Gramepark -investigada por el caso Pretoria- está plagada de irregularidades. La auditoría encargada por el Ayuntamiento apunta que desde 2007 esa empresa pública hizo un mínimo de 29 adjudicaciones de manera irregular. Son contratos de obras y servicios que suman 35 millones, de los cuales 26,3 millones corresponden a proyectos encargados a dedo.

La auditoría elaborada por Deloitte destapa que bajo los dos últimos años de mandato del ex alcalde socialista Bartomeu Muñoz, imputado por el juez Baltasar Garzón, Gramepark encargó esos 29 proyectos saltándose las normas de contratación pública. Y lo hizo, según esta auditora, sin "justificación". Los incumplimientos más graves son las adjudicaciones directas de 14 contratos.

La constructora Proinosa, presidida por el también imputado Josep Singla, se llevó a dedo cuatro de los mayores proyectos. Logró las obras del garaje del edificio Cubics, que está siendo investigado por Garzón como epicentro de la trama. Según el informe, el ex arquitecto de Santa Coloma Jordi Nadal, apartado por la Oficina Antifraude de su cargo por haber trabajado para Proinosa, defendió que la constructora de Singla era "la única empresa" que podía ejecutar el garaje al estar construyendo ya los edificios. Gramepark se lo adjudicó por 2,28 millones.

Contratos sin encargo

Nadal emitió otro informe, según Deloitte, para adjudicar las obras de un aparcamiento por 3,76 millones de euros. Este contrato se realizó tras un procedimiento negociado -un concurso restringido- que se publicitó a través de la web de Gramepark, cuando la sociedad fijó, de acuerdo con la ley, que sólo podía emplear ese método con obras inferiores a un millón de euros. El tercer contrato de Proinosa es otro aparcamiento que se llevó por 3,16 millones que investiga Garzón. Proinosa quedó por detrás de otra constructora en el concurso y, aun así, se le adjudicó el proyecto. Lo mismo ocurrió con otra obra de 2 millones.

Según Deloitte, Gramepark licitó 10 proyectos antes de terminar el periodo de exposición pública, otro se dio sin ni siquiera licitar y encargó cuatro obras que no tenían mandato ni estaban presupuestadas por el consistorio. Esa auditoría avala la que en su día elaboró la Oficina Antifraude.