Los purés de verduras son fáciles, económicos y reconfortantes, y si los rematas con un toque crujiente se pueden transformar en un platazo. Éste lleva calabaza y zanahoria, pero se adapta a lo que tengas en la nevera.
La verdura cocida tiene fama de plato aburrido, pero si vigilas los tiempos de cocción y aderezas con gracia puede ser una cena fantástica. Aquí tienes consejos para dejarla al punto y tres salsas bien alegres.
Se acabaron los días de comilonas, cenas con amigos, tápers con restos y vuelta a empezar: te ayudamos a organizarte para volver a comer rico, saludable y sencillo.
Nuestra serie de vídeos con famosos que cocinan continúa con toda una estrella de los podcasts. Ella asegura que ha elegido el poké por sus ancestros hawaianos, pero algo nos dice que es por su bajo nivel de dificultad.
¿Las cremas de verduras te parecen comida de hospital? El camino más fácil para multiplicar su sabor es pasar las hortalizas por el horno. Aquí tienes los mandamientos del proceso más una receta.
Tras los excesos de las celebraciones navideñas seguro que necesitas echar el freno y volver a comer ligero, que no aburrido. En El Comidista te demostramos que se puede con estos diez platos tan apetitosos como saludables.
Cocinar durante horas después de las vacaciones da pereza solo de pensarlo. Para que el regreso al trabajo se haga más llevadero hemos hecho una selección de platos fáciles, sabrosos y rápidos de preparar.
Si crees que las verduras al vapor son de régimen, te equivocas: esta técnica de cocción respeta su sabor como pocas. Para clavarlas sólo necesitas seguir unas normas sencillas y probar alguno de nuestros aliños.
Un plato sencillo y fresco a base de pepino y pulpo que podemos preparar con este cefalópodo crudo, cocido e incluso en lata. Un aliño alegre a base de vinagre, algas y sésamo lo hace aún más sabroso.
El único calor que sentirás preparando estos platos de pasta es el de cocerla: nuestras salsas de tomate, de piquillos y de nueces se hacen en frío. También se pueden cocinar sin nada debajo del delantal.
Desayunar bien es uno de los mayores placeres de la vida. Estos cuatro boles son perfectos para el fin de semana y también para diario: casi todo lo puedes dejar hecho la noche anterior.
Este plato tailandés suele prepararse con carne picada, que hoy cambiamos por brócoli: su sabor es potente, cítrico y picante, perfecto para recibir al buen tiempo.
Fresas, judías verdes, lechugas de todo tipo, habitas, guisantes o espárragos de temporada son una buenísima base sobre la que construir un plato sabroso, nutritivo y sin demasiada complicación.
El marisco se viene arriba con el toque cítrico del pomelo, y el conjunto se acaba de alegrar con un aliño de inspiración asiática en el que retozan la salsa de pescado, chile, jengibre y ajo.
Los tomates más sabrosos del invierno llegan al final de su temporada con un chute de dulzura, que contrasta perfectamente con la cremosidad del queso y la acidez del encurtido casero.
El invierno es tiempo de guisos de cuchara, y las legumbres son un alimento excelente para enriquecerlos. Aunque la costumbre nos lleve a la charcutería para darles sabor, hay otras opciones más sanas y ligeras.
El bonito listado es un pescado asequible, que está de temporada y tiene una textura deliciosa para tomarlo crudo. Usando la carne que queda pegada a las espinas podemos convertir la leche de tigre en una emulsión.
Una marinada que potencie sus cualidades puede elevar el sabor y la textura de un pescado hasta la estratosfera. Estos salmonetes con ajo, jengibre, lima y soja lo demuestran al primer bocado.
¿Boniato asado? ¿En puré? Muy ricos, pero hay otras maneras de sacar partido al tubérculo más dulce. Aquí tienes dos recetas en el que lo salteamos y lo cocemos al vapor, y ambas son puro goce.
Una receta sencilla, ligera y perfecta para saciar las ganas de cocina asiática en casa, con algunos trucos para conservar jugosa la carne de los langostinos.
Si cuando piensas en curry lo haces solo en pollo, cordero o verduras, estas gambas con una salsa un poco dulce, ligeramente ácida y altamente adictiva te romperán todos los esquemas.
Un plato sencillo, vegano y lleno de sabores gracias a la mezcla de especias que integran la salsa. Con un truco extra para que la verdura no quede recocida ni aceitosa.
Además de comerla cruda, poniendo cara de circunstancias para vez que nos toca una de esas hojas amargas y agrestes -porque así es la escarola, y así hay que quererla- podemos saltearla con un refrito de ajo.
Cortar el calabacín en tiras largas que recuerdan a la pasta italiana nos permite preparar platos ligeros y sabrosos con un simple salteado. El de hoy lo acompañamos con un pesto rojo de anacardos.