
Champiñones rellenos gratinados
Enciende el horno y date el gustazo de preparar unas setas rellenas sin rebozado ni fritanga, pero igualmente crujientes y con un reconfortante sabor a otoño. El aroma que dejan en toda la casa viene de regalo.
Enciende el horno y date el gustazo de preparar unas setas rellenas sin rebozado ni fritanga, pero igualmente crujientes y con un reconfortante sabor a otoño. El aroma que dejan en toda la casa viene de regalo.
¿Hasta el níspero de gazpacho? Aquí tienes tres cremas frías minimalistas para las que no necesitarás ni tiempo, ni esfuerzo, ni cerebro.
¿Qué carne uso? ¿Cuánto la tengo en la plancha? ¿Con qué salsa la acompaño? Conviértete en un jedi de la hamburguesa siguiendo nuestros galácticos consejos.
Basta ya de dulces viejunos. Hoy toca abrir el baúl de los recuerdos para desempolvar una receta salada y desfasada que también merece nuestro respeto y homenaje. ¡Viva el empanado!
Cuscús de coliflor con naranja y anacardos.
Vuelven los básicos de entretiempo que reconfortan y abrigan el estómago: la manta en la cama, la gabardina y las peras al vino. Un postre clásico -que no viejuno- para ir calentando los motores otoñales.
El gazpachuelo es otro invento genial de la cocina andaluza más humilde. ¿Su ventaja sobre el gazpacho? Que se toma caliente, algo que empieza a apetecer a estas alturas del año.
Un festival de sabor a mar, frescor y textura que le mangamos vilmente al chef del restaurante Bocanegra de A Coruña. El primero que dijo aquello de 'Galicia, calidade' sabía de lo que hablaba.
La salsa agridulce le va que ni pintada al solomillo. La versión 'háztelo tú mismo' de este plato oriental está tirada y sabe mejor que la de El Buda Feliz o La Muralla China.
Este increíble postre es tan fácil de hacer que da casi hasta vergüenza. Al nivel de dificultad de la O con un canuto, alegrará tus últimos días de verano con su sabor fresco y su elaboración ultra rápida.
Los higos están en plena temporada. Simula que eres un gran chef juntándolos con dos ingredientes salados que harán brillar su dulzor con el mínimo esfuerzo.
En ningún lugar de España se fríe con más arte que en Andalucía. ¿Cuál es el secreto de esos boquerones jugosos y esos calamares crujientes? Una maestra malagueña de la fritura nos los desvela.
Se acaba el verano y las verdulerías rebosan de sus hortalizas y frutas de temporada, diciendo a gritos “cómeme, que no volveré hasta dentro de 10 meses” o “estamos muy baratos y tu economía lo agradecera”.
Un plato único y completo que se hace en un pispás. Quítate el miedo a hacer arroz al horno con una receta que sale bien sí o sí, con lo mejor de la huerta veraniega y del embutido de cerdo.
Descubre, con ayuda del horno, que la coliflor no es la verdura blandurria que te servía tu madre de pequeño. De paso, invítala a comer y descúbrele las bondades de la cocción corta.
La ensaimada es una pieza de bollería hojaldrada que, a diferencia de otras como el cruasán, no es ultramegarecontradifícil. Con esta receta relativamente sencilla obtendrás resultados más que aceptables. ¡Que corra la manteca!
La complicidad entre los ingredientes es un escándalo, y son tan fáciles de comer que desaparecerán de tu mesa en pocos minutos.
Todo amante de la cocina debe hacer salsa de tomate al menos una vez en la vida. Te damos dos fórmulas, una para cagaprisas y otra para gourmets con tiempo. Distintas, pero igual de satisfactorias.
Nos vamos a dar una vuelta por México sin movernos de la mesa, gracias al cilantro, la lima, la cebolla y los jalapeños que acompañan a los langostinos, en un receta que aún sabe a un verano que se despide.
El yogur ablanda la carne del pollo y además facilita que el sabor y aroma de las especias se fundan en ella: si lo dice Harold McGee, hay que probarlo cuanto antes.
Inspirada por la gran pantalla, esta receta es perfecta para aprovechar los tomates duros y de paso conseguir un aperitivo en HD, Cinemascope y estereofonía.
¿Los excesos veraniegos han destruido tu economía? Tranquilo porque empezamos nueva serie de recetas tan ricas como baratas. Primera entrega: una pasta en la que el calabacín se viene arriba.
Un plato que en el nombre lleva casi toda la lista de ingredientes, se prepara en un pispás y es perfecto tanto para un aperitivo como para un desayuno. Disfrutarlo es obligatorio, subir la foto a Instagram, casi.