Menú semanal de El Comidista (20 al 26 de febrero)

El secreto para lograr la explosión de sabor consiste en rehogar la zanahoria con mantequilla añadiéndole un poco de bicarbonato.

Todos los que hagan esta receta con merluza congelada o aceite de garrafón pasarán 20 años en el purgatorio.

Crujientes por fuera y tiernos por dentro, estos scones son el desayuno o la merienda perfecta. Con café, té, mermelada, mantequilla o lo que prefieras.

Si la receta os parece demasiado fina, la podéis guarrear con bacon o algún embutido salteado.

Nos metemos en el mundo de Tolkien para hacer una receta hobbit de supervivencia: el guiso de conejo de Sam Gamyi. 

Te proponemos un flan diferente, con leche de almendras y agua de azahar. El flan de naranja al cubo, la naranja dándolo todo o el flan holístico naranjil.

Esta versión es ultralight en cantidad de ajo, pero si no teméis que la ensalada os esté repitiendo hasta día del Juicio Final, podéis echarle más.

Si solo se te ocurre preparar estas aves en escabeche, este guiso cremoso, sabroso y con patatas para aplastar en la salsa te abrirá todo un universo.

El proceso es tan simple como reconfortante: se empapan los bollos troceados en una mezcla de leche, nata, huevo y azúcar, se meten al horno y ya.

Los intérpretes principales son dos ingredientes con fama de aburridos, la calabaza y la remolacha, pero que especiados y asados se transforman. 

Es un plato de comida rápida de la buena, porque esta salsa canaria está tan rica que funciona bien casi con cualquier pez. 

Pobre pomelo, relegado desde los años ochenta a la categoría de desayuno de dieta por su punto amargo y su ligereza. ¿Lo has probado asado?

Consejo: una morcilla cutre, un chorizo cutre o un tocino cutre dan como resultado un cocido cutre.

Una papada melosa y una sardina con potente sabor a mar, envueltas en una hoja de lechuga y con la raspa crujiente como acompañamiento.

La temporada carnavalesca es el paraíso de la fritura y de los dulces sencillos pero altamente reconfortantes. Estas orejas lo tienen todo. 

Una receta literaria y fabulosa para rendir homenaje a Pepe Carvalho, el detective gastrónomo, y a su creador Manuel Vázquez Montalbán. 

Están buenísimas y se hacen en dos patadas. El secreto para que no empapucen demasiado es no abusar de la proporción de queso. 

La combinación de arroz y acelgas es muy típica de la Comunidad Valenciana, donde se denomina 'arròs amb bledes'.

Una receta sureña para emular a Frank Underwood de House of Cards, controlar el mundo libre y rechupetearte los dedos. Hasta los codos. 

Para este cóctel, Héctor Henche se basa en la remasterización de un clásico, el Old Fashioned, con un terrón impregnado en Jerez Oloroso seco.