Guerra sin barcos
El Gobierno socialista asume la herencia envenenada de otra reconversión naval, una crisis tapada por el PP con ayudas públicas ilegales que la UE obliga a devolver. El plan de la SEPI, pendiente de concretar, es respaldado por Zapatero y Solbes, y pretende salvar el negocio militar segregando 4 de las 10 plantas del Grupo Izar. Para el resto se prevén privatizaciones y disminuciones de plantilla no traumáticas. Los sindicatos desentierran el hacha de guerra y la protesta en la calle se tiñe de violencia