Agitación pesquera y campesina
Las noticias que cruzan España de Bermeo a Cádiz, de Vigo a la Ribera de Navarra muestran, a las claras, que comienza a desarrollarse una protesta muy viva entre nuestros pescadores y campesinos. Cuatro causas actúan principalmente en este sentido. La primera, que las subidas en los precios de las materias primas, y en particular de las energéticas, como fruto derivado de la devaluación de la peseta, aumentan de tal modo los costes para los pescadores y agricultores que el fruto se les toma muy difícil sobre su ya crónica austera situación.La segunda se halla en la dureza que en materia de precios muestra la Administración. Las últimas negociaciones celebradas en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ponen de relieve que en el altar de la lucha contra la inflación a corto plazo se ha decidido inmolar la posibilidad de crear una estructura rural fuerte para el futuro.
La tercera es bien conocida. La CEE, por un lado, amenaza diariamente a nuestra producción rural, bien cerrando el acceso por varias medidas a los mercados europeos, bien haciendo exhibir ante los ojos de nuestros campesinos y ganaderos -concretamente sobre los del Norte- el fantasma de una competencia inmisericorde de los productos propios. ( ... ).
La última causa afecta, sobre todo, a los parados. La lucha contra la inflación ha decidido hacerse, en parte, con recortes en los desembolsos en favor de los parados del sur de España.
Ante este panorama preocupante hemos de señalar que, en el fondo, lo que late es una indecisión tan grande que impide sacrificar al futuro que campesinos y pescadores se merecen un presente que por ahora sólo favorece en algo a las áreas urbanoindustriales.
17 de enero
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