“Me va a matar” (Ciudad de México)
Las víctimas siguen viéndose obligadas a denunciar a sus verdugos ante la corte de nuestras redes
Las víctimas siguen viéndose obligadas a denunciar a sus verdugos ante la corte de nuestras redes
Gobernar es enfrentar la trama macabra de las drogas
Resulta de vital importancia incluir al partido de las FARC en este pacto nacional
Podría decirse que nunca antes habíamos ganado unas elecciones nacionales
En qué país cabe que los expresidentes sigan gobernando
Colombia ha honrado de más su pasado de país doblegado, de país sonrojado por no ser otro país
El presidente se ha ido sin haber caído en la trampa de creer en un “santismo”, pero víctima de un “antisantismo” virulento
Se va el presidente Santos, entra el presidente Duque, pero todo da igual porque se queda el expresidente Uribe
Desde hace un par de décadas, el Congreso de Colombia es una puesta en escena que los espectadores pagan para no ver
La imagen de los jefes de la antigua guerrilla poniendo la cara en las primeras planas no es otra conjetura colombiana, sino un giro y un remedio
Cuando a un Estado le queda grande un mapa, ciertos lugares empiezan a ser sitiados, sometidos, regidos, por matones
La pasión con la que tanto jugadores como hinchas cantan el himno de Colombia antes de cada partido resulta escalofriante
No es claro todavía si el tono benigno del presidente Duque será el del Gobierno
¿Será capaz este país de superar la fantasía de que el voto por el uribismo no es “voto inteligente” ni es “voto informado” ni es “voto de opinión”?
Nunca antes había habido tantos millones de votos dispuestos a cambiar de parecer
Desde mediados del siglo XIX hasta mediados del XX el bipartidismo creó la ilusión de que el país era una pugna sangrienta
El colombiano que vota al parecer es una especie en vías de recuperación
Lo único claro en la política es que los partidos borrosos son incapaces de ver el corazón de los electores
Colombia es investigar cómo la violencia va volviéndose una cultura dentro de una cultura
Nuestra perpetua campaña presidencial no empieza ni termina sino que se transforma, y ha reteñido nuestros males
Lo más seguro es que el próximo Gobierno sea una desilusión y sea impopular desde el principio
“Tragedia”: a qué otro género puede pertenecer un país que no ha podido ponerse de acuerdo en que el enemigo en común es la violencia
Las noticias de la semana han probado que la guerra con las FARC se acabó para que se viera la guerra
El liberal Iván Duque promete retrocesos que hasta hace poco habría criticado
Este país defiende la despenalización como la verdadera victoria sobre los traficantes
Este es un viaje sonoro y visual por la red de transporte masivo de Bogotá, tan odiada como necesaria
Será un alivio para la Tierra el día en que se acabe esta especie
Ser político es profanar lugares e irse. Pero los candidatos presidenciales se lo piensan dos veces antes de pisar el municipio de Soacha
Colombia es, según se vio en las elecciones, un reino de politiqueros de cuadra que siguen poniendo presidentes
Se hizo tarde para recordar que en las sociedades desmoralizadas hay muchos buscando pretextos para morir y para matar
Se ha visto mucha ridiculez, mucha condescendencia y mucho populismo de manual en esta campaña
El pasado jueves, Santos publica en su cuenta de Twitter una carta para un “estimado sucesor”. Y promete que dejará en paz a quien quiera que llegue a ese despacho
¿Cuántas veces tiene que repetirse un horror en Colombia para que por fin se acabe?
Colombia ha vivido harta de esta violencia, pero no ha conseguido dejar de cometerla
Colombia está llena de madres y de padres que acaban de evangelistas de sus niños
Colombia está repleta de esculturas como fantasmas de su Historia
Yerry Mina es un crack de 1 metro 95 centímetros de estatura
Secuestrar por razones políticas siempre fue aberrante, pero hoy es tan monstruoso como seguir creyendo en la guerra
Los hijos de los líderes se resisten a que los hechos se deshagan en el tiempo: a sus padres los mataron por defender un territorio que no ha dejado de estar en riesgo
Colombia está en contra, pero se abstiene. No se arrodilla, pero sí se agacha