La crisis del coronavirus | Cuatro nuevas muertes en Irán y 169 contagiados más en Corea del Sur
Este martes ha sido el primer día en el que se han registrado más contagios fuera de China (427, en 37 países) que dentro de las fronteras del país asiático (411)
Este martes ha sido el primer día en el que se han registrado más contagios fuera de China (427, en 37 países) que dentro de las fronteras del país asiático (411), según ha informado este miércoles el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. En cambio, en otros países del continente asiático los brotes siguen en aumento: Irán, con un millar de personas en cuarentena, se enfrenta a las críticas por la gestión de la crisis, mientras las infecciones en Corea del Sur superan ya las 1.100 (con 169 casos más y 12 muertos). Taiwán ha anulado los preparativos de la ceremonia presidencial "en tanto permanezca la preocupación sobre la epidemia".
Irán sufre “una grave crisis de gestión”
“Si las autoridades hicieran un buen uso de todas las capacidades disponibles en el país, podríamos controlar la crisis sin necesidad de asistencia directa externa”, coinciden varios médicos en Irán cuando se les pregunta por cómo se ha abordado el brote de la Covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus. Las fuentes, consultadas al amparo del anonimato, señalan sin embargo que “el sistema sanitario sufre una grave crisis de gestión”. Como buena parte de la opinión pública iraní, sospechan que el Ministerio de Sanidad sabía desde días antes de anunciarlo que el coronavirus había entrado en la República Islámica. Este miércoles se han anunciado cuatro nuevas muertes por el patógeno.
A pesar de ello, “no habían preparado suficientes máscaras y desinfectantes”, afirman varios como ejemplo de la mala gestión. Incluso en algunos hospitales ha habido carestía de esos productos. Ahora el reto es mucho mayor. “En los próximos días se va a necesitar más espacio y camas de hospital para atender [al creciente número de] pacientes”, explica uno de los entrevistados, que trabaja en una clínica del centro de Teherán.
“Tardaron mucho en informar del brote, pero los anuncios educativos son precisos y se difunden por los medios de comunicación; además, se están distribuyendo con rapidez gracias a las redes sociales”, apunta otro. Menos fiable resulta la información sobre el número exacto de afectados. Según los últimos datos oficiales, van 19 muertos y 139 infectados, tras diagnosticar 44 nuevos casos. Pero hay un millar de personas en cuarentena como el viceministro del ramo y una treintena de infectados se han curado.
Admiten que en Irán “siempre ha habido deficiencias importantes en las infraestructuras de los servicios de salud”. Sin embargo, confían en la calidad y formación del personal sanitario. Por eso creen que, si las autoridades aparcan el politiqueo y hacen una buena gestión de los recursos disponibles, pueden frenar la expansión de la Covid-19. “Sin duda, vamos a necesitar medicamentos y herramientas de diagnóstico especializadas de fuentes externas y también la experiencia del sistema sanitario de China”, reconocen no obstante. Dado que se trata de una pandemia mundial, ninguno considera que las sanciones de Estados Unidos vayan a impedirles importar los equipos requeridos.
Continúa la reducción de casos en China
La epidemia de covid-19 da señales de estabilización en China, el país en el que comenzó. La Comisión Nacional de Salud ha informado este martes de 406 nuevos casos y cinco fallecimientos, lo que continúa el descenso gradual: el lunes se declararon 508 nuevas infecciones y 71 muertes.
Todos los fallecimientos de los que se ha informado este martes han ocurrido en Hubei, el centro de la epidemia. Fuera de esta provincia china solo han ocurrido cinco contagios, lo que apunta a que las drásticas medidas de contención que China aplica desde el 23 de enero están dando resultado.
En total, desde el comienzo de la crisis China ha registrado 78.190 casos de infección, incluidas 2.718 muertes. De los contagiados, se han recuperado 29.745, en torno al 38%. Los casos sospechosos se han reducido a 2.491, la cifra más baja en un mes. Sin embargo, de los más de 45.000 pacientes bajo tratamiento, aproximadamente 9.000 se encuentran graves.
Taiwán suspende la ceremonia de investidura presidencial
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha suspendido los preparativos para la ceremonia de investidura para su segundo mandato, prevista en mayo, para que todos los departamentos de Gobierno puedan centrarse en la lucha contra la epidemia de Covid-19. “En tanto permanezca la preocupación sobre la epidemia no se celebrarán actividades de grandes dimensiones para la investidura el 20 de mayo”, ha declarado Tsai. La presidenta fue reelegida el pasado 11 de enero.
La isla ha confirmado este miércoles un nuevo contagio, lo que eleva su total a 32. Entre las medidas para impedir la propagación del virus, Taipéi ha prohibido a su personal médico que se desplace a países con gran incidencia de la enfermedad. También ha pedido a las organizaciones religiosas que suspendan temporalmente los actos donde pueda acudir mucha gente.
Corea del Sur examina a los integrantes de la secta Shincheonji
Corea del Sur, el país con más contagios por covid-19 fuera de China, ha comenzado a examinar a cerca de 210.000 miembros de la secta cristiana Shincheonji, vinculada al rápido crecimiento de casos autóctonos, para detectar posibles portadores del coronavirus. Según han informado este miércoles los Centros Coreanos para la Prevención y Control de Enfermedades (KCDC), las infecciones en este país superan ya las 1.100, tras haberse detectado 169 casos más. Doce personas han muerto.
Las autoridades sanitarias surcoreanas planean completar este miércoles las pruebas sobre unos 1.300 miembros de la secta, de un total de 9.000 fieles de la iglesia de Daegu donde comenzó a propagarse la enfermedad, ha declarado el viceministro de Sanidad Kim Gang-lip. El Ministerio ha dispuesto 1.600 camas adicionales en la ciudad, la cuarta del país, con 2,5 millones de habitantes y donde se registra uno de los dos principales focos de la infección, informa la agencia surcoreana Yonhap.
Vínculos entre la secta surcoreana y Wuhan
Miembros de la secta Shincheonji mantuvieron reuniones en Wuhan, la ciudad china origen de la epidemia, hasta diciembre y solo dejaron de celebrarlas cuando se dieron cuenta de que la comunidad se había contagiado de la entonces misteriosa enfermedad, según el periódico de Hong Kong South China Morning Post. El diario considera que la secta cuenta con unos 200 seguidores en Wuhan, y la mayoría de ellos se encuentran en esta ciudad, sometidos a la estricta cuarentena impuesta por las autoridades.
“Empezaron a circular rumores sobre un virus en noviembre, pero nadie se los tomó en serio”, ha declarado al periódico una integrante del grupo, una profesora de preescolar de 28 años. “Estaba en Wuhan en diciembre cuando nuestra iglesia suspendió todas las reuniones en cuanto nos enteramos” de los casos.
Trabajadores sanitarios en Wuhan piden ayuda extranjera
Dos trabajadores sanitarios en Wuhan han pedido más ayuda internacional, al describir las condiciones en los hospitales de esa ciudad como “más difíciles y extremas de lo que nos podíamos haber imaginado”. En una carta publicada en la revista médica The Lancet, los dos firmantes, Yingchun Zeng y Yan Zhen, explican que, dada la extrema escasez de profesionales sanitarios en Wuhan, cerca de 14.000 enfermeros han acudido como voluntarios a la ciudad. “Pero necesitamos mucha más ayuda”, apelan: “Pedimos a las enfermeras y el personal médico de los países del mundo que vengan a China a ayudarnos en esta batalla”.
Zeng y Zhen, que llegaron a Wuhan en enero, mencionan una “grave escasez” de material protector, como las mascarillas N95, gafas, guantes y trajes aislantes. “Dada la necesidad de lavarse las manos con frecuencia, varios colegas tienen las manos cubiertas de sarpullidos dolorosos”, explican. También tienen la boca llena de ampollas ya que evitan comer y beber desde dos horas antes de entrar en los pabellones de aislamiento, para no tener que perder tiempo y energía en quitarse los trajes protectores. “Algunas enfermeras se han desmayado por hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en la sangre) o hipoxia (bajo nivel de oxígeno para las células del organismo)”.
“Además del agotamiento físico, también sufrimos psicológicamente. Aunque somos sanitarios profesionales, también somos humanos. Como todo el mundo, sentimos impotencia, ansiedad y miedo. Enfermeros experimentados a veces pueden encontrar un momento para alentar a los compañeros y tratar de calmar nuestra ansiedad. Pero hasta los experimentados lloran, probablemente porque no sabemos cuánto tiempo tendremos que estar aquí, y somos el grupo de mayor riesgo de infección”, apuntan en la carta. Ambos firmantes recuerdan que más de 1.700 profesionales sanitarios se han contagiado, de los que al menos nueve han muerto.
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