Otra vida, perro ajeno
Cada mañana, cuando salía a correr, me seguía una border collie y me pregunté cómo sería mi vida si yo fuera otra
Cada mañana, cuando salía a correr, me seguía una border collie y me pregunté cómo sería mi vida si yo fuera otra
No creo ser la única que aprendió de él cosas importantes: cómo mirar, cómo acomodar palabras, cómo lograr un estilo, cómo encontrar historias
Fue un niño más de un barrio humilde de Montevideo. No había un solo artista en la familia, pero él quería ser actor. Y no había plan B. Leila Guerriero conversa con la nueva estrella del cine y las pasarelas sobre su infancia, su pasión por la actuación y el rodaje con Juan Antonio Bayona
A veces se va por el mundo con el alma hecha una tasca donde la pesadumbre y los sueños retorcidos se turnan para acodarse en el mostrador y pedir otra ronda
El autor de ‘A sangre fría’ marcó la literatura de no ficción y logró conectar con la violencia inexplicable que asola EE UU, pero sobre todo dejó el mito de una persona destruida por el personaje. Este lunes se cumple el centenario de su nacimiento
Nadie parece interesado en recordar la muerte, el encierro, la delación del infectado por covid, pero yo pienso a menudo en todo eso
Adiós a los mares y los peces, a los barcos y las ostras, a los brazos que embestían las olas, al sexo inflamado, a la cacería de lo nuevo
La escritora y periodista conversa sobre su último libro, ‘La llamada’, el relato de una superviviente de los militares, en una conversación con Jan Martínez Ahrens durante el Hay Festival de Querétaro
Novelas de relaciones íntimas y desgarradas como el libro de Scott Spencer logran encontrar nueva vida. Muchos lectores jóvenes han impulsado la vigencia de Sally Rooney o Yanagihara
Preocupada por la épica del relato, traté de idear una tarde memorable para el día de antes de la cesárea programada
Además de ser una de las mejores periodistas del mundo escribiendo en castellano, la autora de ‘La llamada’ alcanza lecturas psicológicas a partir de la descripción de un paisaje, un barrio o un edificio
Todos tendríamos que tener una voz así. Alguien que nos recuerde, cuando estamos lejos, que hay un camino para regresar a casa
Nunca me plantean las cuestiones que podrían producir respuestas peligrosas como: soledad, miedo absoluto, poco, nunca o una sola vez, no tengo esperanzas de que vuelva a pasar
Me atrae la posición de quienes demuestran con una fórmula algo que muchas veces funciona en la teoría, pero no en aquello que llamamos realidad
Hoy las horas huelen a rastrojo de sombra. El día destroza a tarascones lo que se ponga delante. Se acabaron los tiempos de soñar
La escritora y columnista de EL PAÍS charla sobre su último libro, ‘La llamada’, con un grupo de suscriptores del diario
La literatura de la realidad revive medio siglo después de la publicación de ‘El nuevo periodismo’
Permanecí en esa cueva hasta que pude aniquilar la pregunta que me había llevado hasta allí: cómo hubiera sido esa otra vida
Un día, grabé unos poemas. Idea Vilariño, Lorca. Adjunté los audios a un correo y lo envié a los participantes del taller de escritura. Hice eso durante mucho tiempo
Hay daños que se producen a cámara lenta. Cuando finalmente quedan en evidencia, las reacciones para evitarlos resultan inútiles. Es lo que está ocurriendo en Argentina
Colombia busca prohibir las terapias que prometen eliminar la homosexualidad en un país donde la comunidad LGTBI corre riesgo de muerte
Este concurso ya ha finalizado, estamos contactando con los ganadores
Cuenta Leila Guerriero que entre las preguntas que le hacen hay una recurrente: ¿qué le pasa al escuchar historias como las de Silvia Labayru? Lo importante, explica, no es lo que le pasaba a ella
Silvia Labayru, quien fuera secuestrada y torturada en la Escuela Superior Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura argentina, es la protagonista de ‘La llamada’, el más reciente libro de Leila Guerriero
Estás leyendo esto que no te habla a vos ni de vos. Que habla de que todos llevamos, a veces, el mismo nombre sin apellido, huérfanos ancestrales
Berna González Harbour inicia este ‘podcast’ en el que charla con autores que hablan de su obra y recomiendan otros libros a los oyentes
Viajo de manera insensata, leo de forma suicida y siento pánico, aunque también euforia (quizá no pueda darse una cosa sin la otra) cada vez que me subo a un tren o me embarco en un libro
La escritora explica cómo abordó en ‘La llamada’ la narración de la vida de Silvia Labayru, torturada y violada en la ESMA y, después, repudiada por sus compañeros
La periodista rastrea la vida, la familia y el entorno de Silvia Labayru, secuestrada en 1976, que no ha renunciado al humor, al amor ni a la vitalidad
Lancé unas cuantas señales de ajuste y, después de un momento de zozobra, pasé al otro lado del espejo. Era un día pomposo por donde se mirara
No hay que buscar respuestas. Sólo hay que aventurarse y seguir
Un círculo oscuro: una multitud acepta los azotes de su dominador y, a su vez, pide azotes contra su prójimo, un poco para ser cómplice y otro poco para vengarse de los azotes del que domina
Nos habíamos visto dos horas antes, volveríamos a vernos en casa en pocas horas más, pero nos abrazamos como desconocidos y nos despedimos con dificultad, como si no fuéramos a reencontrarnos nunca
Me tendí al lado de mi padre. Le toqué la cara. Fue una cercanía extraña. Jamás lo había tocado así y supe que no volvería a hacerlo
¿Dejar de pensar? ¿Existe un horror más grande que ese? Aunque siento reverencia por la idea de aquietar la mente, y sé que eso no se logra en 10 minutos, me puse de pie y me fui a correr
Imagino que el amor, cualquier amor, es eso. Una navegación en solitario con un punto en común, cada tanto
Es muy relevante mostrar a personas dando alaridos, recién impactadas por el horror, en nombre de “Estamos haciendo nuestro trabajo, tenemos que mostrarlo”
A lo largo de muchas semanas, durante una época irreal en un sitio indeterminado de la Costa Brava, todo eso fue mío
No hubiera querido estar en ningún otro sitio: dos personas mirando algo con poco interés, la cabeza perdida en ensoñaciones
Me faltaba lo simple. La casa donde vivo desde abril en la Costa Brava, sus paredes blancas, el mar cubriendo las rocas como un encaje, el cielo azul Pantone