Austria

Miles de aficionados llegaban a barajas después de presenciar en directo el partido de Viena.

España recordará siempre la Eurocopa 2008 por haber roto el maleficio de los cuartos de final y, también, por el bello pueblo de Neustift, que se ha volcado en atenciones a los miembros de la embajada española, desde la selección a los casi cien periodistas que estos días han cubierto los entrenamientos en el valle de Stubai. Ayer, a la última sesión preparatoria que la selección española celebró en los campos de entrenamiento construidos expresamente para tal menester, acudieron casi mil niños, a los que la federación regaló pósters y postales con la imagen de los futbolistas.

El jueves es el gran día. España acaba con la pesadilla y jugará contra Rusia su primera semifinal. El holandés Guus Hiddink, técnico del equipo ruso, ha asegurado que su equipo desea "la revancha" con España tras el 4-1 encajado en el partido de la primera fase. El técnico no ha podido contener la sonrisa cuando le preguntaron si dado el estado de Casillas, no era mejor no llegar a los penaltis. Hiddink dice que sería bueno si tienen la misma suerte que España tuvo contra Italia.

En el pequeño pueblo de Neustift (Austria), la selección española está dejando huella; y no sólo porque sea su lugar de concentración y se hayan acostumbrado a ver aficionados españoles, sino también por el hecho de que para los habitantes de Neustift nuestro juego es el mejor. Después de que Austria quedara eliminada de la Eurocopa, nos han convertido en sus favoritos.

Roma fue testigo anoche de la frustración y tristeza de la afición italiana que vio cómo su selección de fútbol era eliminada de la Eurocopa. Los italianos se habían reunido en plazas, bares y casas para ver el partido que enfrentaba en Viena a la selección española y a la italiana en cuartos de la competición europea. Pero a medida que el encuentro avanzaba, los españoles iban ganando votos y al final, en el turno de penaltis la selección española fue superior y ganó 4-2 a la italiana.

Miles de aficionados españoles pintaron de rojo la capital austríaca y celebraron el paso de la selección a la semifinal. Los españoles vivieron con gran tensión la tanda de penaltis que le dió la victoria final a los de Luis Aragonés.

La perspectiva de tener que enfrentarse el domingo a Italia en los cuartos de final de la Eurocopa 2008 preocupa a los españoles, que hubieran preferido otro rival para romper la "maldición de los cuartos" que parece afectar a la Roja en los torneos internacionales. Pese a ello, la afición desplaza hasta Austria es optimista y piensa que el domingo España eliminará a Italia.