Pese a que muchos restaurantes ya se han pasado a los sobres individuales, aún quedan bares o comedores de hotel que dejan el kétchup al aire libre. En casa, en cambio, lo habitual es dejarlo en la nevera, en ocasiones durante un tiempo indefinidamente largo. Ni lo uno ni lo otro. "Se recomienda guardar en el refrigerador hasta un máximo de dos meses. Al ser salado, muchos piensan que no es necesario meterlo en la nevera, pero la cantidad de sal se ha reducido mucho en las recetas. Por precaución, mejor refrigerado", dice la experta.
Hay que seguir la misma norma con salsas parecidas al kétchup, como la barbacoa: una vez abierta, a la nevera. "Tiene una composición similar a la salsa de tomate. Por tanto, para conservar mejor su calidad debe estar en la nevera y no más de un mes y medio", continúa.