Estados Unidos vuelve a permitir las investigaciones que pueden producir virus letales
La Administración de Trump levanta una moratoria de Obama a la financiación de experimentos con gérmenes peligrosos
Los experimentos de riesgo vuelven a los laboratorios de Estados Unidos. El Gobierno de Donald Trump ha levantado esta semana una moratoria a la financiación de investigaciones que pueden incrementar el peligro y el contagio y los gérmenes. En otras palabras, abre la puerta a una serie de ensayos controvertidos capaces de convertir los virus en un arma letal, algo que llevaba prohibido desde 2014 por de Barack Obama.
La medida desbloquea la manipulación y refuerzo de patógenos como el síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio (MERS), gripe o el síndrome respiratorio agudo y severo (SARS) y extiende este tipo de métodos a otros virus como el ébola. Los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en sus siglas en inglés) anunciaron la decisión el pasado martes y recalcaron que estas investigaciones solo podrán llevarse a cabo previa consideración de un grupo de expertos de la agencia, que deben concluir que los méritos científicos y beneficios potenciales justifican el riesgo.
Los defensores de este tipo de experimentos (conocidos como gain-of-function en la jerga científica) ponen el acento en su mayor capacidad de hallazgo y desarrollo de vacunas, mientras que los detractores se llevan las manos a la cabeza por el peligro que supone cualquier error o fuga de virus de semejante calibre. La moratoria de Obama llegó, de hecho, en un momento de mucha polémica sobre este asunto, el mismo año en se supo que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades habían expuesto de forma accidental a los trabajadores de su laboratorio de Atlanta a un brote descontrolado de ántrax.
El director del NIH, Francis Collins, resaltó este martes que las investigaciones de este tipo se recuperan tras un proceso de deliberación de tres años llevado a cabo por expertos del sector público y privado. “Tenemos la responsabilidad de asegurar que la investigación con agentes infecciosos se lleva a cabo de forma responsable”, afirmó Collins, que dirige esta agencia pública desde 2009, al inicio de la era Obama.
Además, durante el tiempo que duró la moratoria, 10 de los 21 proyectos que quedaron paralizados obtuvieron una dispensa para seguir adelante extremando la seguridad porque se consideraron excepcionales. Se trataba, en concreto, de unos experimentos sobre el MERS y la gripe. Para Collins, el nuevo marco de trabajo aporta garantías adicionales que “maximizan el beneficio” y minimizan el riesgo.
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