J. M. MARTÍ FONT | París
La ola de violencia en la periferia parisiense, que la noche del martes se extendió desde el foco inicial de Clichy-sous-Bois a otras poblaciones, dejando un saldo de 250 vehículos calcinados, ha desencadenado una crisis en el seno del Gobierno de Dominique de Villepin.
La existencia y localización de estas instalaciones -llamados sitios negros en los documentos clasificados de la Casa Blanca, la CIA, el Departamento de Justicia y el Congreso- es conocida únicamente por un puñado de personas en EE UU y por tan sólo el presidente y unos pocos altos cargos de los servicios secretos de los países anfitriones.
Las dimisiones en los Gobiernos de Tony Blair ya no se pueden contar de memoria: hay que recurrir a los archivos. Ayer le llegó el turno, por segunda vez en 10 meses, a David Blunkett, hasta el invierno pasado uno de los ministros más influyentes y desde su primera dimisión, el 15 de diciembre, un político en caída libre.
El asedio político al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, crece al compás de los asesinatos de militantes islamistas y de los atentados terroristas y lanzamientos de cohetes desde la franja de Gaza sobre tierra israelí.
De los 87 soldados españoles que partieron el sábado hacia Pakistán para socorrer a las víctimas del terremoto, 41 aún se encuentran en Lahore, a más de 500 kilómetros de la zona del terremoto. Otro grupo de 36 militares salió el martes hacia Rawalpindi en un convoy protegido por paquistaníes y empleó 14 horas en recorrer un trayecto que con coche particular se hace en cuatro.
El presidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez, fijó ayer la celebración de elecciones generales el 18 de diciembre, medida con la que pone fin a las discrepancias suscitadas por una polémica reasignación de escaños en la Cámara de Diputados, que no había podido ser resuelta ni en el Congreso ni en los órganos regionales.