El Gobierno iraquí pide a los oficiales de Sadam que vuelvan al Ejército

El Gobierno iraquí realizó ayer un llamamiento a los oficiales del Ejército del régimen de Sadam Husein para que regresen a las Fuerzas Armadas. "Pedimos a los oficiales del antiguo Ejército que deseen ingresar en el nuevo Ejército iraquí acudan a los centros de reclutamiento para hacerlo", anunció el Ministerio de Defensa. Los aspirantes deberán tener como máximo rango de comandante. De esta forma, se trata de impedir el regreso de mandos próximos al depuesto dictador.

El antiguo Ejército iraquí, que llegó a ser considerado uno de los más poderosos de Oriente Próximo, fue disuelto por Paul Bremer, entonces gobernador estadounidense de Irak, en mayo de 2003.

Por otro lado, al menos 23 personas murieron ayer y más de 40 resultaron heridas al estallar un coche bomba cerca de una mezquita chií y de un mercado de la ciudad iraquí de Musayeb, situada a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad, según informó el Ministerio de Interior de Irak. El ataque, el tercero de este tipo registrado en apenas cinco días, se produce al final del mes sagrado del Ramadán, cuando los musulmanes abarrotan los templos.

Para los suníes, la celebración del fin del ayuno comienza hoy, jueves, mientras que para los chiíes, que constituyen casi el 60% de los 25 millones de iraquíes, se inicia mañana, viernes. El pasado mes de julio perecieron más de 90 personas en el estallido de un camión cisterna de combustible cargado de explosivos en Musayeb, de población mayoritariamente chií. Esta ciudad está ubicada en el denominado triángulo de la muerte, donde son frecuentes los ataques y atentados de los grupos rebeldes y terroristas contra las fuerzas iraquíes y de la coalición, encabezada por EE UU.

El mes sagrado musulmán de ayuno y oración ha estado marcado en Irak por sucesivos estallidos de violencia. El Ejército de Estados Unidos informó ayer de la muerte de cuatro de sus soldados, incluidos los dos que perdieron la vida al estrellarse un helicóptero militar cerca de Ramadi, al oeste de Bagdad, en una región de población mayoritariamente chií.