El socialista Hollande desafía a sus rivales en el partido

A dos semanas del congreso extraordinario del Partido Socialista francés (PS) y a una semana de la decisiva votación de la militancia sobre las ponencias presentadas, François Hollande, el primer secretario socialista, lanzó ayer un órdago al partido al anunciar que sólo seguirá al frente de la formación si consigue la mayoría absoluta de los votos. En caso contrario, dijo Hollande en una entrevista con el diario Libération, "no seré candidato".

El próximo día 9, los cerca de 120.000 militantes del PS deben votar por una de las cinco ponencias que se presentarán al Congreso en Le Mans, que tendrá lugar el fin de semana del 18 al 20 de este mes. Dos de las cinco ponencias son muy minoritarias, otra la presenta la actual dirección y las dos restantes son del antiguo primer ministro Laurent Fabius, expulsado de la dirección por hacer campaña por el no en el referéndum sobre la Constitución europea, y, la otra, de la corriente del Nuevo Partido Socialista (NPS) de Vincent Peillon y Arnaud Montebourg, aliados en esta ocasión al también noísta y antiguo primer secretario Henri Emmanuelli.

Listón muy alto

El hecho de que la oposición a Hollande se hubiera dividido parecía asegurar a éste su reelección al frente del partido a cambio de integrar a una de las dos ponencias de la oposición, o a ambas. Pero con su declaración de ayer, el líder socialista, de cuyo carisma para representar al partido en los próximos comicios muchos dudan, parece haberse puesto él mismo el listón muy alto.

Si no consigue más del 50%, dijo Hollande, "la tarea de formar una nueva dirección" les tocará a los equipos de Fabius y el NPS. "En nombre de la claridad sería bueno que antes del voto del 9 de noviembre nos desvelaran el nombre de su candidato al puesto de primer secretario", añadió en un claro desafío.

En la entrevista a Libération, Hollande considera que se dan todas las condiciones objetivas para derrotar a la derecha en las presidenciales de 2007, pero que la actual situación de la izquierda en Francia no le garantiza el triunfo, por lo menos mientras se mantengan enfrentados los partidarios del sí y los del no en el referéndum del pasado mes de mayo.

La actual dirección socialista y buena parte de la militancia no perdona a Fabius y a Emmanuelli que traicionaran la votación interna en la que ganaron los partidarios del sí. En el otro bando, por el contrario, consideran que los partidarios del sí se sitúan demasiado a la derecha del espectro social francés. Hollande insiste también en que la designación del candidato socialista a la presidencia de la República se producirá en noviembre de 2006 mediante una votación.