3.000 millones para las víctimas del maremoto
Kofi Annan pide que las donaciones sean reales y no se detraigan de otras tragedias
La comunidad internacional ha realizado un esfuerzo económico sin precedentes para ayudar a las víctimas del maremoto en el océano Índico, que se ha materializado en el compromiso de donar 4.000 millones de dólares (3.018 millones de euros). El secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió ayer a los donantes que se reúnen hoy en Yakarta que cumplan sus promesas. "Espero que todo ese dinero sea entregado", dijo Annan a la CNN. La ONU asumirá el mando con la creación de un Centro de Control Operativo único que coordinará los esfuerzos militares y civiles desplegados en todos los países afectados. 25 países y los grandes organismos internacionales sellarán hoy en la Conferencia de Yakarta el plan de ayuda para las víctimas.
Un portavoz de la ONU aseguró ayer que la plataforma creada por George W. Bush para canalizar la ayuda se disolverá hoy, después de que la organización criticara la lenta reacción de EE UU ante la catástrofe y su inicial "tacañería", en palabras del coordinador de la Ayuda Humanitaria, Jan Egeland. La iniciativa de Bush, nacida el 29 de diciembre (tres días después del maremoto) incluía inicialmente a EE UU, India, Japón y Australia. Un día después de que Egeland criticara la actitud estadounidense, la ONU fue incluida en el grupo, junto a otros países en una "operación de rescate". Finalmente, Annan será el protagonista en la conferencia de donantes que se celebrará hoy en Yakarta.
El secretario general de la ONU advirtió ayer de que la ayuda prometida para paliar la mayor crisis humana desde la segunda guerra mundial, en la que 150.000 personas han perdido la vida y que ha dejado a millones sin hogar, debe ser "dinero fresco y adicional, no se trata de robar a Pedro para pagar a Pablo, de sacar dinero de otras crisis", advirtió el secretario general. La ONU se declara "maravillada" por las donanciones anunciadas. Para Egeland, esta compasión y esfuerzo de asistencia internacional "pasará a los libros de Historia". La cifra se aproxima a los casi 4.400 millones de euros que la comunidad internacional movilizó en 2004 para atender todas las crisis humanitarias del planeta, una cantidad que equivale a tres días de gasto militar en todo el mundo.
En la misma línea que Annan, Egeland advirtió de que si no se trata de "dinero adicional", "supondrá la destrucción de algunos programas humanos en África". "En el caso de algunos países será adicional, pero otros ya han dicho que no y hay indecisos", explicó. Además, hizo un llamamiento a otras naciones con recursos para que aporten medios aéreos para cuando EE UU empiece a abandonar la zona.
Proyectos a largo plazo
Mark Malloch, jefe del programa de la ONU para el desarrollo (PNUD), pidió a los líderes mundiales que hagan llegar los fondos lo más rápido posible, pero que además se comprometan a participar en la reconstrucción a más largo plazo. "Nuestro mensaje es: sí, sí, financiemos la primera fase, pero enseguida ocupémosnos de que hay fondo para que las comunidades empiecen a caminar por su propio pie", manifestó.
Mientras los trabajadores humanitarios alimentaban y daban cobijo a millones de personas en todo el sureste asiático, los líderes de 25 países de multitud de agencias humanitarias llegaban ayer a Yakarta para asistir a la cumbre en la que se determinarán las prioridades de la ayuda y se abordará la cuestión de cómo evitar catástrofes como la de hace diez días. Indonesia, el país más afectado por el tsunami confía en que tras la reunión se adopte un sistema de alerta de maremotos como el del Pacífico. Está previsto que Annan haga un llamamiento en Yakarta, que incluiría además una propuesta de congelación de la deuda en los países devastados. Australia, cuyo primer ministro, John Howard, prometió ayer una contribución de 760 millones de dólares (570 millones de euros), se sitúa a la cabeza de los países donantes. El Gobierno alemán aprobó ayer donar 500 millones de euros para la región afectada por la catástrofe. El canciller, Gerhard Schröder (SPD), salió al paso de insinuaciones que relacionan lo elevado de la donación con la pretensión de Alemania de conseguir un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. "Lo uno no tiene nada que ver con lo otro", dijo.
Mientras, la solidaridad con los afectados del tsunami recorre Alemania. Galas en la televisión, llamamientos a las donaciones y hasta una entrevista en la televisión con un obispo protestante que recordaba a las víctimas de la catástrofe instantes antes de iniciar el año nuevo en la puerta de Brandeburgo, en Berlín. El sensacionalista Bild Zeitung abría ayer su primera página con tres líneas de letras de siete centímetros: "Schumi dona 7,5 millones". Schumi es el campeón mundial de Fórmula Uno Michael Schumacher.
Los analistas recurren a comparaciones de dudoso gusto ante la magnitud de la tragedia y especulan con la buena estrella de Schröder, que ha sabido de nuevo subirse a la cresta de la ola para sacar a relucir sus dimensiones de estadista. A Alemania le sigue Japón con un desembolso de 376 millones de euros y EE UU, que ha prometido 263.
El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, anunció que el organismo se dispone a dar "ayuda financiera" a los países afectados por valor de 750 millones de euros a través del programa de emergencias de la entidad. Se trata de préstamos que el Fondo ofrece de forma inmediata y con condiciones menos estrictas de lo habitual, que deben devolverse antes de cinco años.
Artículo elaborado con información de José Comas (Berlín), Sandro Pozzi (Nueva York) y agencias.
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