"No hay nada al sur de Banda Aceh"
"A las nueve de la mañana empezamos a trabajar. Llegaron pacientes con traumatismos y enfermedades. Nos mandan heridos graves que no pueden tratar en los saturados hospitales de Banda Aceh. La mayoría de la veintena de personas que hemos atendido hoy [por ayer] sufren heridas con afectación ósea. No hemos encontrado todavía casos de infecciones", comenta Fernando Prados, coordinador de los 43 médicos y cooperantes desplazados a esta ciudad del norte de Sumatra (Indonesia). "No han sido muchos pacientes. Nos hemos dedicado a visitar hospitales para organizarnos".
La situación en esta localidad es dramática. "Lo que he visto", relata Prados, "es brutal. Pero algunas personas que han estado en la zona más devastada de la ciudad me dicen que donde he ido yo es de lo que ha quedado mejor". Al sur de la ciudad la calamidad se augura mayor, si cabe. "Parte de la costa se la ha tragado el mar. La carretera en muchos tramos está sumergida. No hay nada al sur de Banda Aceh. No hay posibilidad de ir. Además, la carretera que cruza la isla de este a oeste no se puede utilizar por la presencia de grupos guerrilleros [enfrentados al Gobierno de Yakarta]". Así las cosas, los cambios sobre la marcha para el equipo médico español son inevitables.
"La Agencia Española de Cooperación Internacional nos ha pedido que traslademos al aeropuerto a la mitad de nuestros efectivos para atender a los heridos que son llevados en helicópteros de Estados Unidos y Australia desde la región costera al sur de Banda Aceh. Hemos accedido y trasladaremos la mitad de nuestro equipo", cuenta Prados. Regresarán al aeropuerto, en el que estuvieron esperando una jornada completa los 7.500 kilogramos de equipos y medicamentos antes de instalarse en el centro de la ciudad. No ha sido el único hecho imprevisto.
"Cada catástrofe es diferente. Nos hemos dado cuenta de que los grupos electrógenos son de escasa potencia. Además, trajimos mucha agua y ahora nos encontramos con que, al menos en la ciudad, se puede comprar embotellada". También hay sorpresas con las comunicaciones. Pertrechados con dos tipos de teléfono por satélite, no parecen resultar imprescindibles. "Los móviles funcionan perfectamente. El problema es que cuando alguien llama de noche, nos despertamos todos".
Fernando Prados es coordinador del equipo médico del Samur de Madrid y Sevilla desplegado en Banda Aceh.
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