Bush considera un engaño la promesa iraquí de destruir sus misiles Al Samud
El jefe de los inspectores discrepa de EE UU y cree que Bagdad ha dado una señal positiva
Hans Blix ha chocado frontalmente con la Casa Blanca al valorar la decisión de Bagdad de destruir los misiles Al Samud 2. Lo que para el jefe de los inspectores representa "un avance significativo" es, para Washington, un nuevo engaño de Sadam Husein a la comunidad internacional para evitar lo inevitable. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, tenía perfectamente preparada la respuesta: "Contemplamos esto en el marco de la resolución 1.441, que pedía un desarme completo, total e inmediato. No hablaba de retales de desarme".
Francia, que junto con Alemania y Rusia pide continuar el proceso de inspección, espera que el diplomático sueco incluya una lista con todas las cuestiones pendientes de desarme para elaborar un nuevo programa de trabajo. El memorándum que el lunes presentaron los tres países, propone prolongar el trabajo de Unmovic cuatro meses más. Muy presionado, Blix intenta mantener un perfil neutral. "Quiere evitar a toda costa que sus palabras se conviertan en un justificativo para la guerra, por eso presenta balances aparentemente contradictorios de lo que pasa", comentó un diplomático.
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