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Reportaje:AMENAZA DE GUERRA | El debate en la prensa

La guerra de la información

Washington diseña campañas para justificar la acción militar ante los iraquíes y el mundo árabe

El Gobierno de Estados Unidos prevé realizar una considerable inversión económica y humana en Oriente Próximo para justificar la eventual guerra. El Departamento de Estado coordinará los denominados "esfuerzos de diplomacia pública", para los que se piden 296 millones de dólares en la propuesta de presupuesto enviado al Congreso. El objetivo de estos trabajos, que se hallan en una fase de planificación, será combatir en el frente de la información, que será tan importante como el militar debido a la exhaustiva cobertura mediática que se prevé.

Los esfuerzos por mejorar la imagen estadounidense en Oriente Próximo se multiplicaron después de los atentados del 11-S. Jeremy Curtin, un alto funcionario del Departamento de Estado, explicó en una entrevista con EL PAÍS que se han potenciado los programas de intercambio de estudiantes con los países de la zona y también con naciones de las regiones sur y sureste del continente asiático, que incluyen países como Indonesia, donde Estados Unidos considera necesario potenciar su imagen debido al fuerte componente social que supone la religión musulmana.

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A estos programas de intercambio se sumó una campaña en formato televisivo, Shared values (Valores compartidos) -en octubre de 2002- que, según Curtin, tuvo una aceptación considerable. No obstante, la iniciativa fue recibida con acritud por algunas potencias importantes de Oriente Próximo, como Jordania, Líbano y Egipto, lo que hizo que Washington la cancelara a finales del año pasado.

Aunque Curtin considera que el termino propaganda tiene una connotación negativa, dice que si una coalición liderada por Estados Unidos invade Irak, una de las misiones del Departamento de Estado será en cierta medida propagandística. Una "propaganda benigna", de acuerdo con su explicación, porque "no mentiremos sobre lo que estamos haciendo, ni inventaremos historias". "Si hay acción militar en Irak nosotros seguiremos informando y explicando la situación desde el frente de batalla", añadió Curtin.

Se trata de justificar la acción militar ante los iraquíes y ante las poblaciones de los países árabes, que probablemente la censurarán. Según el Departamento de Estado, la información que se distribuirá será "precisa y verdadera".

Washington prevé que la guerra provoque mucha desinformación en contra de la campaña militar y quiere adelantarse a su distribución para neutralizarla en lo posible. "Nuestro modo de luchar en una guerra de información será con información", dijo Curtin, quien además considera que sería imposible mentir a la opinión pública dada la variada cobertura mediática que generaría el conflicto.

EE UU tiene interés en involucrarse en el proceso de reconstrucción institucional que se abrirá en Irak en una etapa de posguerra y los programas de diplomacia pública, que empezarían por la creación de una embajada y representarán uno de los baluartes de dicha participación.

Ante la eventualidad de la acción militar, el Pentágono también planea distribuir la mayor cantidad posible de información. Según informa The Wall Street Journal, el Departamento de Defensa permitirá a más de 500 periodistas estadounidenses, europeos y árabes acompañar a sus tropas. Además, Washington planea que Shameem Rassan, un ex locutor de televisión iraquí actualmente exiliado en Estados Unidos, presente espacios informativos en televisión que "probablemente intentarán justificar la guerra", según una fuente del Pentágono.

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