Unos investigadores hallan en México genes de maíz transgénico en variedades naturales
El estudio supone una comprobación de contaminación genética en el medio ambiente
Investigadores estadounidenses han constatado el paso de elementos genéticos característicos del maíz transgénico a variedades de maíz nativo en zonas aisladas del Estado mexicano de Oaxaca. Los científicos creen que la contaminación genética se ha producido por la polinización, a pesar de la distancia que supuestamente existe entre ambos tipos de variedades, y aseguran que son necesarios más estudios para comprobar su impacto y su permanencia en el tiempo, especialmente en áreas ricas en variedades tradicionales de maíz como es Oaxaca.
El estudio de mazorcas de maíz de las variedades nativas, o criollas, en zonas montañosas aisladas del Estado de Oaxaca, ha confirmado los temores de que se pueden establecer flujos genéticos entre las variedades modificadas genéticamente y las variedades tradicionales de cultivo. Este temor ha sido expresado reiteradamente por las organizaciones contrarias al cultivo de variedades transgénicas por su posible efecto nocivo sobre el medio ambiente. Mesoamérica está considerada la cuna histórica de este cultivo y sede actual de la mayor diversidad.
Por ahora no se sabe si esta incorporación de genes extraños puede llegar a tener algún efecto, nocivo o no, en las variedades no modificadas. David Quist e Ignacio H. Chapela, de la Universidad de California, autores del estudio que hoy publica la revista Nature, no se muestran contrarios ni partidarios de los cultivos transgénicos, pero piden prudencia en su extensión. 'Hacen falta más estudios sobre el impacto del flujo de genes de híbridos comerciales hacia variedades tradicionales', señalan los autores, debe ser analizado teniendo en cuenta que se ha de garantizar 'el futuro sostenible de la producción de alimentos'.
Secuencias de ADN
El análisis partió de cinco muestras: cuatro de la sierra Norte de Oaxaca, a 20 kilómetros de la carretera más cercana, y una de la variedad que distribuye allí el Gobierno mexicano. Se compararon sus secuencias de ADN con otras variedades tradicionales de fuera y dentro de México y con las variedades transgénicas de maíz Bt (que incopora el gen de un bacilo que produce una toxina insecticida) y la resistente al herbicida Roundup. Ambas variedades, las más utilizadas, son de la empresa Monsanto.
El resultado del estudio con la técnica de amplificación PCR fue el hallazgo de fragmentos de ADN característicos de estas dos variedades de maíz transgénico (como un fragmento de un virus de la coliflor utilizado como vector para modificar el maíz) en múltiples lugares de la secuencia de ADN de un pequeño porcentaje (se estima que menos del 10%) de los granos de maíz de las variedades tradicionales. También se encontró en una muestra el gen Bt. Una investigación paralela del Gobierno mexicano ha arrojado resultados similares.
La conclusión del estudio es que existe un alto flujo genético de las variedades transgénicas a las tradicionales y que el paso de fragmentos de un genoma al otro se ha producido en múltiples lugares, mediante la polinización, conservándose en algunos casos la secuencia genética entera extraña al maíz natural. Además, los autores de la investigación creen que, si existe esta relativamente alta contaminación genética en zonas remotas, será todavía más elevada en cultivos más cercanos a los cultivos transgénicos.
El hecho de que en México exista desde 1998 una moratoria en el cultivo de maíz transgénico hace más misteriosos y alarmantes los resultados. Todo indica, señalan los científicos, que las inserciones parciales o completas de ADN transgénico son relativamente comunes y que probablemente las secuencias completas de ADN extraño que se insertan en las variedades tradicionales se mantienen en el maíz de una generación a la siguiente.
Los autores no tienen más remedio que achacar la contaminación genética a que no se cumple la moratoria o a que la modificación genética es permanente, y piden que se hagan más investigaciones. 'Estudios a largo plazo deberán establecer si, o durante cuánto tiempo, se retiene en su integridad la construcción transgénica, y si la abundancia relativamente baja de integración de transgenes detectada en el ciclo de la cosecha del año 2000 en Oaxaca va a incrementarse, disminuir o permanecer estable en el tiempo', afirman.
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