La lucha para mantener el embrujo global Harry Potter
La marca del niño mago sigue siendo una de las más exitosas para distintos tipos de lectores, mientras que Warner busca cómo exprimir máximo la franquicia
Hace casi 28 años, Harry Potter recibió su invitación al colegio de magia Hogwarts. Pero todavía hoy, tras saltar una generación, hay muchos intereses en que su hechizo no decaiga. Sus libros siguen llenando las librerías de ediciones especiales, pero en cine Warner lidia con el reto de tener que repetir la misma historia ahora en serie. Y en el centro de todo siempre está su autora, J.K. Rowling, centro de innumerables polémicas por un discurso acusado de tránsfobo. Sea en televisión, literatura, películas, videojuegos o exposiciones, el objetivo es mantener su embrujo global, incluso en los lugares más atípicos.
En un estudio a las afueras de Londres que cada año visitan miles de turistas, por ejemplo, ahora se hornean frente a las cámaras pasteles que deben basarse en el universo del niño mago. De la chimenea con humo verde salen varios cocineros, hay una escoba voladora en un atril y, capitaneando todo, una pareja de gemelos pelirrojos. Cuando los tengan listos, se servirán en pleno andén 9 y 3/4. Así se estrena Harry Potter en los concursos de cocina televisivos con Los magos de la repostería, el penúltimo esfuerzo de Warner para seguir explotando este éxito sin que los niños lo olviden.
En época donde la propiedad intelectual reina, el mundo mágico creado en 1997 es una marca necesaria para Warner, y, tras su fusión con Discovery (experta en reality shows y programas de cambios de casas o cocina), Harry Potter también coloniza ese contenido en la plataforma Max. El verdadero gran reto del gigante de Hollywood es, aun así, el proyecto anunciado hace casi ya dos años, en abril de 2023: una serie de televisión que adaptará de nuevo los siete libros originales. De momento, con el rodaje previsto para verano de 2025 en Leavesden, ni siquiera tienen elenco.
Es una tarea titánica. Los planes son de siete temporadas, aunque de momento solo tienen guionistas. Al cásting se presentaron 32.000 niños, que serán comparados inevitablemente con los originales. Ni siquiera Hollywood tiene asegurado que Warner vaya a sobrevivir hasta 2026/2027, cuando se estrene, y algunos actores como Jared Harris, hijo del Dumbledore Richard Harris, han sido críticos con replicar la saga tan pronto: “Las películas fueron fantásticas, dejadlas en paz”, dijo a The Independent. Para Penguin Random House, que compró Salamandra en 2019, Harry Potter sigue siendo una de las marcas infantiles prioritarias, incluso si el último libro se escribió hace ya 18 años, confirman desde la editorial a EL PAÍS.
Hoy, eso sí, dividen sus ediciones entre las del público infantil descubridor y las de nostálgicos. Este año han publicado en periodo estival cuatro estuches (con los colores de cada casa de Hogwarts) con todos los libros por 100€, y también El libro de hechizos y pociones oficial de la saga acompañado por una varita mágica. “Es todavía la marca más vendida en España entre seis y 12 años”, señala Laia Zamarrón, directora editorial en Penguin Random House. “En todo infantil y juvenil, Rowling sigue siendo la autora más vendida, y además crecemos. En pandemia hubo un pico, luego bajó y ahora volvemos a números de 2020. Es bastante excepcional. Crece entre un seis y un 20% al año”, asegura.
Hace unos años, la editorial dio las únicas cifras oficiales de ventas: desde el lanzamiento se han vendido más de 10 millones libros en España, aunque Zamarrón augura que son muchos más. En Madrid, mientras tanto, se han acercado a la exposición dedicada al universo cinematográfico 100.000 visitantes. Entre ellos hay niñas disfrazadas y muchos grupos de adultos, dando una vuelta por una experiencia interactiva que no regala mucho más que la oportunidad de fotografiarse con escenas icónicas de la película, para después subirlas a redes.
“El interés del lector es doble: están los veteranos que compran las ediciones Minalima [con relieves de ingeniería, ilustraciones y por unos 40€], que se agotan en dos meses, o ediciones ilustradas de Jim Kai. Quieren seguir perteneciendo y les da igual el precio, es coleccionismo. Luego están los chavales nuevos. Son nuestro foco. Para ellos hemos lanzado ediciones ilustradas por Xavier Bonet, con letra más grande, la más comprada de las librerías”, explica Zamarrón. El nostálgico también es padre: “Hay niños muy pequeños, de cinco años, que se interesan sin haber visto las películas, porque les empujan leyendo con ellos. También tenemos libros para esos que no pueden leer, para colorear o con juegos, para que sepan quién es Hogwarts o Hermione desde pequeños”, observa.
La factoría primero aprovechó el empuje de las películas, siempre de lo más visto de Max, y ahora el videojuego Hogwarts Legacy, que con 30 millones de copias estuvo entre los más vendidos de 2023 y prepara secuela. Los videojuegos y los parques temáticos (en mayo abren otro en Florida) son prioridad, y todo ayuda al papel, porque las novedades literarias aprovechan cada nueva fase. La receta ganadora del concurso de cocina aparecerá en el próximo libro culinario, un clásico de esta marca que diseñaba ediciones especiales antes de que estuvieran de moda.
“El gran cambio es por dónde llega el lector. He hablado con niñas que lo con cuatro años sabía lo que era, por Lego. Algunos ni siquiera llegan a leer los libros”, recuerda Sigrid Kraus, la editora que descubrió la saga en España y que todavía colabora en Penguin Random House: “Creo que es como El principito, que todos los años se sigue vendiendo. Los jóvenes siguen leyéndolo mucho. Será uno de los que quede, como Los cinco, aunque haya subidas y bajadas. Hoy muchos de los éxitos de jóvenes adultos son mucho más sencillos, como Blackwater, en sintaxis, vocabulario... Eso me preocupa. Harry Potter no era tan fácil”.
El cine, por su coste, ha tenido más difícil escaparse de la historia madre. La precuela Animales fantásticos, con guion de J.K. Rowling, comenzó con buena taquilla, pero esta se redujo a la mitad en su tercera entrega, apenas rozando beneficios. Warner no pudo mantener su plan de cinco películas, y decidió volver a la base con la serie de la misma historia.
Mientras que otras sagas herederas como Los juegos del hambre sí han logrado escapar de su protagonista, Harry Potter tiene complicado vivir fuera de los siete libros canónicos del niño mago. Sus iconos son tan potentes que el primer adelanto de la serie se hizo con la misma tipografía y música de John Williams de la original.
The ‘HARRY POTTER’ series on Max has been confirmed.
— Film Updates (@FilmUpdates) April 12, 2023
Each season will focus on a different book from the series. pic.twitter.com/CaZZHbPW3Y
El elefante en la habitación: el discurso antitrans
De momento, además, parece difícil adaptar la secuela teatral Harry Potter y el legado maldito (que recientemente redujo a una sola noche en Londres), ya que el actor Daniel Radcliffe ha preferido mantener caminos experimentales y se ha posicionado con “tristeza” frente a Rowling y sus ataques constantes a los derechos del colectivo trans: “Nada habría pasado sin ella, pero eso no significa que todas tus creencias deban estar a merced de otra persona durante toda tu vida”, respondía a The Atlantic. La autora describió al actor y a Emma Watson como “celebridades que se alían con un movimiento que busca erosionar los derechos que las mujeres ganaron con esfuerzo y que utilizan su fama para alentar la transición de menores”, en uno de sus discursos en Twitter. El elenco principal es activamente defensor de los derechos trans para alejarse de ese discurso.
💖✊🏻 @stonewalluk @Mermaids_Gender @AllAboutTrans @Genderintell pic.twitter.com/r1wjHu6QRG
— Emma Watson (@EmmaWatson) October 18, 2018
If Harry Potter was a source of love and belonging for you, that love is infinite and there to take without judgment or question. Transwomen are Women. I see and love you, Bonnie x
— Bonnie Wright (@thisisbwright) June 10, 2020
Esta guerra cultura muy pública también ha alejado a algunos de sus más activos seguidores: “Empecé la saga con 15, y cuando tuve internet, descubrí su comunidad y fanfictions escritos por seguidores. Muchas éramos LGTBIQ+, y lo que escribíamos y leíamos incluían esta visión. Era un lugar seguro. Permitió a muchas personas trans relacionarse como adolescentes”, recuerda Irene, de 38 años, y que ha dejado de consumir productos de la saga, pese a mantener muchos amigos de esa época: “Se criticó siempre la vertiente creativa de Rowling, sus sesgos, pero todavía con respeto por crear el mundo que nos permitió construir ese refugio y nuestras propias historias derivadas. El problema apareció cuando empezó a atacar a quienes los habíamos habitado, a amigues que conocí en foros con logo de HP. La línea roja fue cuando declaraciones tibias pasaron a ser explícitamente tránsfobas y se conoció que financiaba grupos antitrans. ¿Sigo teniendo cariño? Lo tengo a la época que me permitió vivir, las amigas que hice, los aprendizajes al discutirla, los fanfics... Ojalá no me hubiesen estropeado una de las obras que marcó mi vida”.
Esta usuaria de los foros explica que quizás el lector de a pie no lo note tanto, pero que entre quienes eran seguidores más activos, que hacían un “gran gasto”, hay un sector enfrentado a esas ideas. Algunos de los fanfics hoy incluyen avisos de que son zona segura para lectores trans. Complementa su visión su amiga Isabel: “Fue punto de encuentro para personas que habíamos sufrido bullying o discriminación. La saga decía que se podía ser feliz en un mundo hostil. En el fandom hicimos amistades de por vida en una época en la que que te llamaran friki era un insulto. Hemos visto la deriva de Rowling como una traición a lo que encontramos en su universo, que decía ser un rechazo a las ideas supremacistas y la discriminación al diferente. A muchos les parecerá una obviedad la disonancia entre obra y pensamiento del autor, pero para otros ha sido una píldora difícil de tragar”.
Warner, por su parte, después de no invitarla a celebrar la reunión con los actores en el 20º aniversario de las películas, ha defendido a la escritora y su futuro juntos: “Tiene derecho a defender su visión. La próxima serie solo se beneficiará de que esté envuelta”, expresaron en un comunicado ante las críticas. Estudian, eso sí, utilizar un reparto multirracial, al contrario que en los libros.
Kraus, con una larga relación personal con la autora, también opina sobre la posición: “Como su editora, pensando en ventas, hubiese preferido que mantuviera un perfil más bajo para preservar la marca. Pero ella sostiene que si ella no puede decir lo que piensa, ¿quién va a poder? Eso lo puedo entender. Ella ha pagado un precio muy alto, y eso está mal”.
¿Puede la saturación de la marca por Hollywood acabar agotando Harry Potter? “Estaba en contra de explotarla tanto. Primero, cuando sacamos los guiones. Y fue un súperéxito. Con las películas... y se vendió más. El videojuego, también. Quizás se agote, pero la realidad ha probado que estoy equivocada”, ríe Kraus, que, además, ve su influencia en todos los proyectos que lee ahora: “Siempre reconozco Harry Potter, veo un Voldemort o unos dementores. La gente joven que escribe fantástico y romántico son herederos claros”. Casi ninguno de esos sucesores se mantendrá, sin embargo, así de joven tras 30 años en las estanterías. Hay hechizos que solo funcionan una vez.
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