Enamorados de la garnacha
El grupo vitícola Comando G, formado por un par de amigos, recupera vides y elabora vinos en una pequeña bodega de Cadalso de los Vidrios
"Los grandes vinos no se elaboran, se cultivan". Daniel G. Jiménez-Landi es enólogo y reflexiona en su bodega junto a su compañero de profesión Fernando García. Los dos forman Comando G, un grupo vitícola con el que han rescatado vides en Cadalso de los Vidrios, a 80 kilómetros de Madrid, y han lanzado vinos de uva garnacha que han puesto a la zona "en el mapa internacional".
El proyecto nació en 2008 en las inmediaciones de la sierra de Gredos de la pasión de amigos que cursaron el máster de Enología de la Universidad Politécnica. Mientras trabajaban en otras bodegas lanzaron sus primeros vinos. "Al principio lo hicimos como un hobbie, con la idea de hacer el vino que nos gustaría beber". Los primeros años lanzaron entre 2.000 y 3.000 botellas sacando recursos de donde podían bajo el nombre de la mítica serie de anime de los años ochenta con la que crecieron.
Cuatro años después, alquilaron una bodega de 200 metros cuadrados donde este año producirán en torno a 50.000 botellas. "Se nota el cambio climático, otras vendimias hemos sacado cerca de 70.000", señala García. Uno de sus vinos más alabados fue La bruja Avería, de 2015. ¿Qué hace tan especial a esta zona vitícola?: "Los viñedos del siglo XV, los suelos de granito y el clima de montaña que forman una combinación climatológica única en el mundo", explican los bodegueros.
Definen sus vinos como "frescos, elegantes, para amantes de los clásicos". Pero lo que más les llena es "la recuperación socioeconómica de la zona" de la que son impulsores junto a otras bodegas. Durante el proceso de aprendizaje, los dos amigos señalan que es esencial viajar, catar grandes vinos. "Igual que para un escritor leer las grandes obras literarias", señalan.
El proyecto está formado 10 trabajadores (40 en vendimias) y 16 hectáreas en tres valles diferentes: el Tiétar, Alberche y Alto Alberche, con viñedos que llegan a los 1.200 metros. Trabajan con métodos de la viticultura biodinámica y su gran inspiración son los vinos que se salen de la región francesa de Borgoña. "Nuestra gran referencia es la región de Borgoña y nuestra aspiración es hacer grandes vinos que expresen el paisaje y la zona", afirman.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.