Madrid
No es bueno confundir el progreso con la prepotencia del lujo y la degradación de los servicios públicos
No es bueno confundir el progreso con la prepotencia del lujo y la degradación de los servicios públicos
La propuesta de facilitar que gobierne la lista más votada sin posibilidad de pactos supone no sólo una decisión anticonstitucional, sino también un esfuerzo por dejar fuera de las instituciones al 70% de la ciudadanía
Después de oír la canción mañana, tarde, noche, en la radio del vehículo oficial y en la soledad de sus sueños, habitados por fantasmas, se convenció de que los españoles, muy españoles, gustan de los escándalos, y que el camino no se hallaba en las nostalgias de Rosalía de Castro, sino en el bañador de Fraga Iribarne sobre las aguas nucleares
Poner en duda la legitimidad de un Gobierno democrático o el resultado de las urnas al conformar un Parlamento implica negarle a la España real el derecho a tomar decisiones
Cualquier ser humano se abre y se cierra, y la necesidad de preguntar, abrir el envoltorio y dar las gracias con mayor o menor sinceridad, resulta inseparable del deseo de dejar huella
Me llevaría a 2023 la ilusión de que gobernar consiste en demostrar que la política sirve para que ninguno de nosotros acabemos durmiendo debajo de un puente
Es importante que la firmeza de unos buenos contenidos se exprese a través de unas formas adecuadas
Me alegra no haber traicionado al muchacho que, contra el franquismo, se acercó a Blas de Otero. No, Blas, no he tenido que perdonarte, todo lo contrario, te doy las gracias
La vocación insistente es una virtud en el escenario artístico. No ocurre lo mismo en política
Debajo de las iluminaciones navideñas hay demasiados recuerdos como para vivirlas sin heridas
Que las políticas democráticas sirven es la peor noticia para los neoliberales que simpatizan con el populismo fascista
A esta sociedad le conviene un poco de poesía. Y no para ponerse cursi, sino para aprender con Antonio Machado que la libertad verdadera no se da al decir lo que pensamos, sino al pensar lo que decimos
Los insultos y la demagogia no deben revolver el estómago de nuestra democracia
Los franquistas deberían olvidarse de las armas, como en su día conseguimos que hicieran los terroristas de ETA
El empobrecimiento de las mayorías, exigida por la ambición de quienes confunden las cuentas con la usura y la explotación, simplifica la realidad
Los políticos deben cuidar la democracia. Sus ideas y sus actos solo se legitiman si suponen un cuidado democrático de la ciudadanía
Agradezco que nuestro español diese un caballero errante capaz de representar el amor y la justicia frente a todas las indignidades
El psiquiatra Carlos Castilla del Pino dejó escritas 844 reflexiones que condensaron el pensamiento de sus libros y sus años
En nuestras sociedades cada vez quedamos menos gente a la que no nos gustan los libros. Para qué vamos a engañarnos
La izquierda puede hacer que en la crisis la discusión no sea una pelea entre políticos desacreditados, sino entre la sociedad y los millonarios que no quieren limitar sus beneficios en favor del bien común
Convertir en una ciénaga la política, el periodismo y el poder judicial por los beneficios de unos pocos, acaba siendo un mal negocio para todos
Madrid es una ciudad de servicios sociales rotos y mendigos por la calle. Y esto supone un problema para los que no creemos en la limosna, sino en la política.
Decido enfrentarme al otoño marcado por el grifo del gas con un vaso de vino. No se trata de emborracharse, sino de saborear el lado bueno que nos ofrece la vida
Mientras algunos innovadores regalaban coartadas al espíritu reaccionario, confundiendo la razón de Estado con una razón de establo, don Quijote se hizo medieval para convertirse en un humanista partidario del progreso
No sentir amor por la gente es una limitación mucho, mucho más grave que no sentirse atraído por el pad thai de la comida tailandesa
Como en el Instituto Cervantes de Nueva Delhi, los simios pueden irrumpir por cualquier ventana de la literatura, la política, el periodismo, el amor, la familia o la oficina, y lo destrozan todo
El Orgullo que tomará las calles de Madrid el próximo día 9 de julio no tiene que ver con la prepotencia, sino con la reivindicación de que el bien común solo es posible con el respeto a la diversidad
El compromiso con la dignidad del periodismo es un compromiso con la democracia
Tal y como van las cosas, los que intentamos mantener un rayo de esperanza no sólo perdemos la batalla del porvenir, sino que también nos estamos quedando sin planeta y sin futuro
Vivo la campaña entre los laberintos del desprestigio de los políticos y los debates identitarios. Y siento nostalgia de aquel 28 de febrero y el voto multitudinario del referéndum de autonomía
La mentira, a la hora de ofrecer datos y levantar odios, convierte a las palabras en un instrumento afilado de corrupción
Ningún premio literario importa más para un escritor que pertenecer a la historia de sus lectores
Madrid debe convertirse en la patria de la libertad y el rifle. Se lo merece. Su apuesta de progreso es inseparable de la venta libre de armas. ¿O no?
Creo que una cosa es el país con sus problemas y otra los corruptos con sus maniobras de distracción. Creo en la gente. Creo en la decencia de España
Al escuchar las opiniones sobre España desde fuera, y al leer nuestros periódicos, nuestro ruido por dentro, he pensado que mejor contribuyo a la calma. Me quedo en blanco
Estoy envuelto en un vértigo de errores y polémicas en el que todo parece inestable, frágil, a punto de estallar, como si las instituciones se estuviesen cayendo y la vida nacional corriese un peligro muy grave
La derecha española solo está obsesionada con defender a las élites económicas y dinamitar la aspiración patriótica de un trabajo decente. En esa obsesión, pierden respeto a las víctimas
Se evitan muchas caries si la política pasea por los barrios y habla con los vecinos, explicando la importancia de tomar medidas higiénicas sobre los contratos basura, el desempleo, el recibo de la luz y las pensiones
Un poeta sabe que escribir es dudar y que no es lo mismo ser sincero que decir la verdad
Nos dejamos llevar sin demasiada reflexión por las nuevas tecnologías, cuyo lenguaje está dominado por la ética utilitarista del inglés, en vez de la diversidad del español