Extraditado
Puigdemont lleva años muy activo en el extranjero. Si alguien quiere denunciarlo como terrorista, no sé por qué no lo detienen en Europa y lo envían a España
Han detenido en Alemania a El Pastilla, un preso fugado de la cárcel de Alcalá Meco. Es una buena noticia, no sólo porque se trata de un hombre peligroso, sino porque este acontecimiento me devuelve la confianza en la justicia española. Busco en el diccionario la palabra extradición: “Procedimiento por el que las autoridades de un Estado hacen entrega de una persona a las de otro que la reclama para que pueda ser enjuiciada penalmente o cumpla en él una pena ya impuesta”. Eso es la extradición, un procedimiento de confianza judicial entre Estados. Sin embargo, Puigdemont lleva años muy activo con manifestaciones y viajes por Europa. Si hay jueces y tribunales españoles empeñados en denunciarlo como terrorista peligroso, no sé por qué no lo detienen en Europa y lo mandan a España para juzgarlo. Algo está fallando. En la lucha contra ETA, nos ayudaron mucho las detenciones de terroristas en Francia. Esto no ha pasado con los independentistas catalanes.
¿Qué ocurre con la justicia europea? ¿O con la justicia española? Llueve sobre mojado en una selva de espionajes, escuchas secretas, manipulaciones de la policía y tramas calumniosas. Alguien ha hecho las cosas tan mal que parece ser un productor intencionado de argumentos nacionales e internacionales de solidaridad con el espectáculo del independentismo catalán. A mí me parece todo muy antipático. ¿Es posible que haya jueces y policías más peligrosos para una democracia que los delincuentes que persiguen?
El Consejo General del Poder Judicial lleva más de cinco años caducado. Un juez intenta ahora interferir de modo histérico en las decisiones políticas. ¿Es que no hay autoridad judicial que ponga orden en este disparate? Si Puigdemont anda suelto en Europa, tal vez no sea un terrorista a los ojos europeos. No sé, pero me alegra que hayan detenido a El Pastilla. Algún respeto internacional le queda a nuestra justicia.
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