El interés por la independencia de Cataluña cae entre las generaciones más jóvenes
Una encuesta de la Generalitat señala que los mileniales y la generación Z prefieren el modelo autonómico
Al independentismo catalán le flojea la cantera. Un estudio sociológico de la Generalitat revela que las franjas de población más jóvenes, entre los 16 y los 42 años, muestran menos interés que sus mayores por convertir Cataluña en un Estado propio, separado de España. Estos jóvenes, identificados como mileniales y generación Z, manifiestan que el actual modelo autonómico es su opción preferida para asentar el encaje de Cataluña con el resto de España. El dato lo arroja una encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO), el CIS catalán, que se ha hecho pública este jueves.
La indagación se articula sobre las preguntas que se hicieron a 6.500 ciudadanos de Cataluña entre mayo y julio de este año, un periodo de alta actividad electoral, dado que se celebraron las elecciones municipales y también las generales del 23-J. El CEO ha optado por dividir a los encuestados por edades, perfilando cinco grupos distintos: generación silenciosa (mayores de 78 años); baby boomers (entre 59 y 77 años); generación X (entre 43 y 58 años); mileniales (entre 27 y 42 años) y generación Z (entre 16 y 26 años).
A la pregunta de “cuál tendría que ser la relación entre Cataluña y España”, la preferencia por la independencia solo supera el 30% en los baby boomers (34%) y la generación X (32%). En estos grupos de edad, la Cataluña autonómica apenas convence a uno de cada cuatro encuestados. Los baby boomers también son los más inclinados a que Cataluña pudiera ser un Estado dentro de una España federal. Entre los más jóvenes, en cambio, los resultados se invierten y la autonomía es la opción preferida para los mileniales (28%) y la generación Z (29%), por delante de la Cataluña independiente, que seduce a un 26% y un 23%, respectivamente. El sondeo muestra que los jóvenes tienen en este asunto más semejanzas con la generación de sus abuelos que con la de sus padres. Entre la generación silenciosa, la autonomía suma un 33% de apoyos, por delante del 27% que logra la Cataluña independiente.
El CEO también ha preguntado por las simpatías políticas de cada encuestado. Los que tienen entre 16 y 43 años coinciden en señalar, como opción mayoritaria, el desapego por todos los partidos. El PSC es la formación preferida por la generación silenciosa y por los baby boomers. Junts es la segunda opción para los más mayores, y ERC para los de mediana edad.
Mayor unanimidad detecta el CEO cuando pregunta cuál es el partido más detestado por los encuestados. Todas las franjas de edad muestran un rechazo contundente hacia Vox.
El sondeo también trata de explorar otros territorios del pensamiento de la ciudadanía de Cataluña. Desvela que entre los mayores, de 43 años para arriba, domina la idea de que poner esfuerzo en el trabajo y en los estudios conduce a una vida mejor. Sin embargo, más de un 40% de los mileniales y de la generación Z se muestran escépticos a la hora de asociar el éxito con el esfuerzo.
Otra pregunta que plantea la encuesta trata de averiguar qué grado de complacencia despierta la idea de que “un desastre natural borre la mayoría de la humanidad para que un pequeño grupo de gente pueda empezar desde cero”. El tema convence a más de un 20% de los encuestados de la generación Z.
El CEO ya publicó el año pasado un muestreo donde avanzaba que el sí a la independencia de Cataluña pierde apoyos a medida que se aleja en el tiempo la declaración de independencia fallida de 2017. El Centre d’Estudis d’Opinió reveló un desplome notable de las inquietudes secesionistas. El 53,3% de los catalanes rechaza la separación de España, mientras que el 38,8% dice estar a favor de un Estado independiente. Aquella investigación arrojaba que, en once meses, el respaldo a la independencia cayó casi seis puntos.
El pinchazo del independentismo se mantiene, según refiere el propio órgano consultor de la Generalitat. La reculada coincide con un momento en que los dos partidos independentistas con representación en el Congreso, Junts y Esquerra, tienen la capacidad para condicionar la investidura de Pedro Sánchez. Junts y ERC perdieron fuelle en las elecciones generales del 23J pero, con siete escaños cada uno, su apoyo es fundamental para desequilibrar la balanza de mayorías en el Congreso y cerrarle el paso a la alianza del PP y Vox.
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