Jesús Quintero: el hombre que faltó a la cita
Esa noche, el periodista dejó una nota en el hotel: nos esperaba en las ruinas de Santiponce. Fuimos. Y él no apareció
Periodista argentina, su trabajo se publica en diversos medios de América Latina y Europa. Es autora de los libros: 'Los suicidas del fin del mundo', 'Frutos extraños', 'Una historia sencilla', 'Opus Gelber', 'Teoría de la gravedad' y 'La otra guerra', entre otros. Colabora en la Cadena SER. En EL PAÍS escribe columnas, crónicas y perfiles.
Esa noche, el periodista dejó una nota en el hotel: nos esperaba en las ruinas de Santiponce. Fuimos. Y él no apareció
Donde antes había un móvil, un cargador y auriculares, ahora hay un móvil, un cargador, un enchufe, un adaptador, auriculares con su batería, su cargador y su enchufe y cuatro cajas de módulos envueltos en 15 plásticos
Me quedo mirando la imagen hasta que me dicen que el museo va a cerrar. Salgo a una plaza seca y, aunque hay un sol de miedo, yo sólo veo a ese perro negro mordiéndome con la potencia de lo que es poco y está vacío y yerto
El de la guitarra empezó a cantar. La voz entró en la música como un cuerpo tieso pero entusiasta, con violencia modesta
Muchos colegas me preguntan en México cómo hacer para no sucumbir al desánimo cuando escriben. Les doy respuestas idiotas. Sólo debería repetirles el verso de William Blake: “Aquel que desea pero no actúa engendra peste”
En México hay 18 millones de personas indígenas, casi el 80% en condiciones de pobreza o pobreza extrema. Fui cruel: le pregunté a la activista cómo hacía para no desalentarse, para no sentir que su aporte era muy chiquito
Un hombre solo perforó, con su acto, una idea que parecía sólida, atravesó un umbral que parecía inexpugnable
Los niños ya no leen lo que yo leía porque eso, dicen, los arrojaría al trauma. La librera me recomendó varios libros: uno abordaba el miedo a la oscuridad, otro el respeto a los animales. Eran libros con objetivo
Me pregunto quién nos cuida. Y me digo lo que siempre supe: nadie. Nos cuidamos solos
La inflación obliga a todos a vivir en puro presente, pero especialmente a los más vulnerables
Yo tenía 13 años y era sanguinaria. Le preguntaba cosas sobre sexo, sobre menstruación. Nunca volví a tener amigas como ella. Quizás nunca más me reí como esa noche
La sentencia del aborto en EE UU no se produce por generación espontánea ni en el vacío, sino en un contexto en el que los derechos de las mujeres han retrocedido dos décadas; es la herencia de un pasado que no cesa
Soy silenciosa, pero siempre temí el extremismo de esa práctica: escuchar todo el tiempo mi cabeza sería una experiencia arriesgada. Pero hace días que no hablo
Cada vez que pienso en aquel tiempo siento que esa vida, tan muerta, es lo más auténtico que tengo, lo que más me pasa
Creo conocerme, pero ahora me sorprende cierta inclinación hacia lo paranormal: he empezado a recordar sueños que tendré en el futuro
En la tienda no había modo de pedir algo simple —un sonajero— sin que el vendedor mencionara posibilidades excluyentes: ¿levanta la cabeza o no? Me harté cuando llegamos al rubro “biberones”
Me gustaría que fuera de otro modo pero, si quiero escribir, la vida debe oponerme resistencia
El Tesla flota en la oscura nada cargando la horrenda soledad de Starman. Pienso: “El muñeco está vivo”. Siento terror
Películas como ‘Nueve reinas’, ‘El hijo de la novia’, ‘Relatos salvajes’ o ‘Truman’ convirtieron al antiguo galán Ricardo Darín en el mejor actor latinoamericano. Y en uno de los mejores del mundo
Recuerdo que creí que íbamos a hablar durante mucho tiempo de todas esas cosas de las que ya nadie habla
Después de dos años en los que el planeta estuvo más o menos detenido, alguien subió la palanca del interruptor y ha vuelto la luz. Es una luz desvaída, un poco muerta
Siempre es atroz cuando lo único que queda, el último consuelo, es agradecer a la desgracia
Las macetas eran ancestrales, como las plantas. Teníamos peines de carey y brochas de afeitar que habían llegado en barco. Preservábamos ramos de bodas pasadas. Los objetos guardaban nuestro espíritu. Quisimos dejarlo así
Siempre he pensado que, cuando uno se hace viejo, la naturaleza le incorpora un chip de aceptación. Al actor no le pasó
La ceremonia de los premios de Hollywood fue conducida por tres mujeres. Hubiera dado lo mismo que la condujeran varones haciendo bromas sobre los pechos de chicas semidesnudas
Hemos vuelto, no se sabe a dónde, pero hay mucha gente lastimada, que sigue en su invierno nuclear
Cada vez me gustan más las cosas imperfectas o, mejor, que se salen de la norma. Será el agotamiento ante tantas pantallas de teléfonos móviles parecidas a piscinas ‘infinity’, ante tantas pieles lisas