En el 50º aniversario del videoclub y del vídeo doméstico, varios proyectos rescatan la estética granulosa del formato analógico. Sus directores la defienden por su autenticidad, imperfección y un ápice de nostalgia
Los 50 últimos locales independientes de Cataluña reciben el premio Fonograma 2024 “por mantener vivo el sector de la música grabada en formato físico”
El mallorquín imagina una velada que rinde homenaje a su tierra, a sus orígenes en la trastienda de un videoclub y a sus pasiones: la comida y la buena compañía
Los amantes del formato físico defienden su valía frente al pensamiento único de las grandes compañías de ‘streaming’ como Netflix, que recientemente suspendió su servicio de alquiler después de 25 años
El estreno en Netflix de una comedia ambientada en el último franquiciado de la compañía alimenta la renovada fascinación ‘retro’ por los locales de alquiler de películas como lugar de encuentro entre apasionados del cine
EL PAÍS recorre el norte y sur de México junto a miles de migrantes venezolanos que han tratado de cruzar a Estados Unidos y ahora están en la incertidumbre
Un libro explora el legado de las tiendas de alquiler de películas y reivindica la importancia de preservar los formatos físicos en la era de las plataformas
Clientes y pequeños empresarios apelan al coleccionismo, a la búsqueda de títulos descatalogados y al rechazo a ceder datos y poder de decisión al algoritmo para aferrarse al formato físico
Que sean ellos los que elijan sus propias películas les empodera. Y tienen mucho donde elegir, así que entre ir a cazar la peli y verla después, ya pasas la tarde
El talento independiente y el arranque del mercado del DVD provocaron hace dos décadas una explosión de creatividad sin precedentes en los grandes estudios cinematográficos
Bayona y Pedro Almodóvar, entre los contribuyentes a la campaña de micromencenazgo para que el videoclub barcelonés, el más antiguo de España, pueda seguir en otro local en julio
VHS desbancó en los 90 este formato japonés, creado en los setenta, pero todavía se vendían los consumibles, sobre todo por su uso extendido en el ámbito profesional
Decenas de videoclubes de barrio sobreviven en Madrid ante el empuje de las descargas en Internet con un catálogo selecto y una clientela fiel que sigue prefiriendo el consejo de un experto a la tentación del pirateo
Desde 2003 han cerrado 9.000 videoclubes en España. Hoy quedan 1.000, que se reinventan
En Madrid, no solo alquilan películas, también sirven copas y cafés
Se despide La Strada, negocio abierto hace casi 30 años en el barrio de Estrecho
Liquida sus películas forzado por la piratería en internet y la crisis económica
El videoclub Lumière&Lumière desafía a Internet ofreciendo un espacio para aficionados al cine
Su catálogo suma 8.000 películas, desde obras de los pioneros hasta novedades