El festival de cine independiente de Barcelona L’Alternativa celebra el 30 aniversario

“Los festivales debemos exponer a los jóvenes a formas alternativas de narrar, si queremos que el cine de autor sobreviva”, advierte Tess Renaudo codirectora de L’Alternativa, el festival de cine independiente de Barcelona que inaugura el viernes su 30 edición. Este año, el festival proyectará hasta 150 películas mediante el formato “híbrido”, con oferta presencial y en la plataforma Filmin, donde se podrán ver muchos de los títulos del festival hasta enero. L’Alternativa 2023 presenta una edición muy especial con visitas de autores y cineastas, coloquios, mesas redondas, talleres y estrenos que convivirán con las categorías oficiales de competición para cerrar un 30 aniversario de cine.

Desde este viernes hasta el próximo día 19, el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) volverá a ser la sede central del festival, junto con la Filmoteca, el MACBA, los cines Maldà y Zumzeig y la escuela ECIB. La inauguración ha corrido a cargo del filme finlandés Fallen Leaves, de Aki Kaurismäki, galardonado con el premio del jurado en el festival de Cannes.

Para mantener su compromiso con el talento emergente, nacional e internacional, la selección de los proyectos se ha basado en el uso del lenguaje creativo e innovador, en la apuesta por temáticas poco convencionales o estructuras narrativas disruptivas. “Ante todo, nos hemos fijado en que las decisiones sobre lo que sale en la pantalla, hayan sido tomadas por el equipo que está detrás, por nadie más”, explica Renaudo. De los 1.600 proyectos presentados, diez largometrajes competirán en la sección de cine internacional y 20 proyectos en las categorías nacionales - siete largometrajes y 13 cortos - entre los que están los nuevos trabajos de Oskar Alegria, Lois Patiño, David Pantaleón y Jose Víctor Fuentes.

Durante su trayectoria, La L’Alternativa ha apostado por una línea de compromiso social y reflexión política, que pone énfasis en el rol del cine como instrumento de cambio. Junto a las proyecciones, el festival ofrece seminarios, masterclasses, debates con autores, como el coloquio “Desapariciones y resistencias comunitarias en México”, con cineastas, activistas y escritores mexicanos. El miércoles, la presentación de A morte de uma ciudade (João Rosas) se acompañará de un tour por varios lugares de Barcelona, en el que una persona migrante contará su experiencia en la ciudad.

No faltarán los eventos para conmemorar el 30 aniversario, como los podcast o las mesas redondas con cineastas habituales del certamen sobre temas recurrentes de la Alternativa, como el cine político o las intimidades compartidas. La directora mexicana Tatiana Huezo protagonizará una retrospectiva y los miembros de la Asociación catalana de crítica y la escritura cinematográfica han escogido para proyectar diez títulos de ediciones anteriores por su trascendencia en el cine de autor.

Renaudo recuerda que en estas tres décadas han vivido el salto del fax al mail, de las cintas VHS a los enlaces, la aparición de las plataformas de video y la democratización del cine: “La tecnología permite hacer una película sin grandes presupuestos, lo que es fantástico para aprender, equivocarse y experimentar”, reconoce. Otro gran cambio ha sido abrir la calificación de “cine” a las obras de no ficción: este año, un tercio de los filmes que se proyectarán pertenecen a esta categoría.

Laura García Pérez (Alcoy, 31 años) empezó a interesarse por el cine como creadora, cuando descubrió que la no ficción le permitía contar historias no estáticas, “jugando y dejándose sorprender por la realidad”, cuenta. Ahora presenta en la L’Alternativa su primer largometraje Soc filla de ma mare, en el que combinando videos caseros y fotografías, la autora narra una larga conversación con su madre para afrontar la ausencia paterna y descubrir su propia identidad.

Para García, el cine es una herramienta para comprender: “Lanzo preguntas al aire y las películas no son necesariamente la respuesta, a veces cambian las preguntas, son el espacio para indagar. Originalmente este proyecto buscaba descubrir quién era mi padre, y durante el proceso me di cuenta de que lo que necesitaba era aceptar a la madre que había rechazado tanto tiempo”, confiesa. García espera ilusionada el estreno del documental en L’Alternativa, “Hemos trabajado mucho, nos lo merecemos, pero ni en el mejor de los escenarios imaginaba que compartiría sección con tanta gente a la que admiro”, admite.

El paso del tiempo y la convivencia con las plataformas digitales han cambiado la función de los festivales de cine. Para Renaudo la L’Alternativa tiene ahora un rol prescriptor, “su función es orientar la mirada, hacer ruido alrededor de autores menos conocidos con la esperanza de abrirles el camino”, explica.

Acorde con esta función, el próximo viernes la L’Alternativa proyectará Negu Hurbilak, el primer largometraje del colectivo Negu. La película, rodada íntegramente en Esukera, cuenta la historia del nacionalismo vasco en las últimas décadas, desde la huída forzada de algunos de sus habitantes. Sus autores pasaron un año “bebiendo” de la vida en Zubieta, un pueblo 300 habitantes en la frontera norte de Navarra, para dar voz a la cara más desconocida del conflicto y mostrar la “magia” de los lugares de paso.

Negu es un colectivo formado por estudiantes de la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC). Ekain Albite (Zumaya (Guipuzkoa), 24 años) es uno de los cuatro directores que decidieron dar salto y convertir este trabajo de fin de grado en una película. Albite explica que Negu Hurbilak responde a las preguntas de una generación que solo ha vivido las ruinas del conflicto: “A los jóvenes no se nos permite hablar sobre temas que no hemos conocido en primera persona. Pero para nosotros es importante expresar nuestra propia mirada, sobrepasar ese silencio, siempre que se haga con respeto. Al final, las mejores películas sobre la guerra mundial tampoco son coetáneas al conflicto”, explica.

Exponer la mirada de las nuevas generaciones, los puntos de vista que difieren de lo normativo, las narraciones que rompen con estructuras convencionales o las imágenes que se alejan de los estereotipos es el objetivo que la L’Alternativa ha perseguido durante los últimos 30 años. Renaudo asegura que este año el festival vuelve, en una muy especial, para dar lo mejor de sí, “queda aún mucho trabajo para que el cine independiente llegue a ser cabeza de cartel”.

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