Por qué deberían preocuparle el bienestar y la alimentación de las vacas (y no es solo por las vacas)
Solo una leche en Galicia tiene el sello de calidad de Bienestar Animal
¿Cuántas veces se ha preguntado delante del lineal de lácteos del supermercado cuál es la leche más auténtica, la que tiene mejor sabor o la que guarda las mejores propiedades y, ante la duda, termina llevándose la que muestra en su envase unas vacas que campan a sus anchas? Si las vacas viven y se alimentan bien, el producto tendrá mejor calidad y sabor, nos decimos. Y es verdad, pero la información que busca no está en la imagen del brik.
Efectivamente una de las claves que más influyen en la calidad final de la leche son las vacas que la producen y el trato y la alimentación que reciben. Así de sencillo. Si sabemos cómo se crían, sabremos mucho más sobre lo que bebemos.
Pero, ¿qué se entiende por bienestar animal cuando hablamos de las vacas? Según la certificación AENOR Conform en Bienestar Animal las granjas deben cumplir 12 requisitos para garantizar el buen cuidado del ganado y que se resumen en el confort de las vacas en la zona de descanso, evitar el calor excesivo, que tengan facilidad de movimiento, que no sufran dolor en ningún punto del proceso, que su relación con los cuidadores sea positiva, que tengan un buen estado emocional y el cuidado en su alimentación.
Dada la importancia de una alimentación natural para las vacas, preguntamos a los ganaderos de Únicla la única láctea en Galicia con el sello AENOR Confort —además de ser la primera en recibir el ISO 22.000, que certifica la calidad del primer eslabón de la cadena: las ganaderías— qué deben comer las vacas para lograr esa calidad: "Con nuestro equipo de agrónomos y nutrólogos, hemos recuperado una alimentación 100% natural que complementamos con semillas de lino. Con esto se consiguen los beneficios de los pastos de primavera los 365 días del año, lo que le da a la leche un sabor como el de antes", explican. De hecho, la que producen estos ganaderos gallegos, asociados desde 1968, se ha llevado incluso el Superior Taste Award en sus tres últimas ediciones.
Este último punto, el especial cuidado en la alimentación, no solo garantiza el bienestar animal, sino que además puede mejorar notablemente la calidad de la leche que producen las vacas, con contenidos más bajos en grasas saturadas, más ácidos grasos Omega 3, hasta cuatro veces más que en las leches convencionales; hasta tres veces más concentración de CLA (ácido linoleico conjugado) en la leche, un factor antidiabético, anticancerígeno y antiaterogénico; y también de selenio, un nutriente indispensable, que ayuda a aumentar las defensas y a luchar contra el estrés oxidativo de los radicales libres sobre el ADN, las proteínas y los lípidos: sus niveles con una buena alimentación de la vaca puede ser de hasta 5 microgramos por 100ml, el triple que en una leche convencional (1,7 microgramos).
En este cuadro puede comparar los nutrientes contenidos en una leche que procura el bienestar animal frente a otra convencional:
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