García Márquez responde a Sontag que él ha ayudado a muchos disidentes cubanos en 20 años
"Yo mismo no podría calcular la cantidad de presos, de disidentes y de conspiradores que he ayudado, en absoluto silencio, a salir de la cárcel o a emigrar de Cuba en no menos de veinte años", ha afirmado Gabriel García Márquez en declaraciones al diario El Tiempo, de Bogotá. Las palabras del premio Nobel colombiano son su respuesta al reto que le lanzó la escritora estadounidense Susan Sontag el pasado fin de semana, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, sobre su obligación de romper el silencio frente a la represión contra los intelectuales disidentes de Cuba.
"Muchos de ellos no lo saben", continúa la respuesta de García Márquez, "y con los que lo saben me basta para la tranquilidad de mi conciencia. En cuanto a la pena de muerte, no tengo nada que añadir a lo que he dicho en privado y en público desde que tengo memoria: estoy en contra de ella en cualquier lugar, motivo o circunstancia. Nada más, pues tengo por norma no contestar preguntas innecesarias o provocadoras, así provengan -como en este caso- de una persona tan meritoria y respetable".
La escritora estadounidense manifestó su desacuerdo con el escritor colombiano en la conferencia que pronunció en la Feria del Libro sobre El intelectual en tiempos de crisis. Según Sontag, si bien los intelectuales no pueden pensarse como "un grupo o una clase conjunta", en los casos en que se reprime la libertad de expresión no pueden guardar silencio. "Sé que aquí Gabriel García Márquez es muy apreciado, y sus libros muy leídos, es el gran escritor de este país y lo admiro mucho, pero es imperdonable que no se haya pronunciado frente a las últimas medidas del régimen cubano", dijo Sontag.
Aplausos
La escritora habló ante miles de personas, que le dedicaron un largo aplauso (véase EL PAÍS del pasado lunes), en la 16ª Feria Internacional del Libro de Bogotá. "Yo apoyé a Cuba contra Estados Unidos, pero pronto me di cuenta de lo que suponía Castro. Ahora he visto que un hombre como José Saramago [el Nobel portugués publicó el pasado día 14 en este periódico un artículo titulado Hasta aquí he llegado], que aun hoy se declara comunista, rechaza la monstruosidad que ha ocurrido en Cuba. Pero me pregunto: ¿qué va a decir Gabriel García Márquez? Temo que mi respuesta es: no va a decir nada. Creo que su obligación como gran escritor es salir a la palestra. No puedo excusarlo por no hablar, dijo Sontag.
Por otra parte, la bailarina y coreógrafa cubana Alicia Alonso -que recibió ayer un homenaje en la sede de la Unesco en París y que fue una de las firmantes del manifiesto de intelectuales cubanos de apoyo al régimen- declaró: "Creo que pasa como pasa con la danza, muchas personas no van a ver la danza porque creen que no la van a entender, muchas personas no nos visitan en Cuba porque creen que no nos van a entender", informa Efe.
Babelia
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