El Gobierno británico prevé 4.000 focos de fiebre aftosa hasta junio

El Ministerio de Agricultura había preferido concentrarse hasta la fecha en las zonas más atacadas por el virus, pero el aumento imparable de los casos -ayer había ya 501- forzará a su titular, Nick Brown, a tomar una resolución en breve. El ministro de Agricultura sufrió ayer uno de los peores golpes de su vida política cuando el análisis de la evolución de la fiebre aftosa que había encargado a sus propios expertos criticaba la lentitud de las denominadas matanzas preventivas de animales sanos.

En Cumbria, donde los ánimos han cambiado y los ganaderos admiten ahora la muerte de sus rebaños sanos, llevan una semana esperando a los veterinarios y tiradores oficiales.

Según Mark Woolhouse, uno de los autores del informe solicitado por el Ministerio, retrasos como éste pueden convertir la epidemia en un problema endémico en el Reino Unido. Tanto él como David King sostienen que no deberían pasar más de 24 horas entre el diagnóstico de la enfermedad y la matanza. De no ser así, la enfermedad se propaga a las regiones cercanas y, si esta semana ha habido 300 casos, la próxima pueden ascender a 500. Para el mes de junio habría unos 4.000.

Con la crisis de la fiebre entre los principales asuntos de su agenda oficial, el líder laborista Tony Blair fue cogido en falso ayer en Estocolmo mientras admitía ante Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea, que sólo dispone de 10 días para desconvocar las elecciones generales de mayo o seguir adelante con el sufragio a pesar de la crisis actual.

Cuando el primer ministro británico vio que las cámaras habían captado su cándido comentario, rectificó sobre la marcha diciendo que la única fecha fijada por las leyes es la de las elecciones locales del 3 de mayo. La oposición conservadora se le echó encima de inmediato acusándole de rendirse 'ante sus dueños de Bruselas y burlarse de sus conciudadanos'. El líder tory, William Hague, pidió con rapidez al Gobierno que prepare la legislación de urgencia necesaria para posponer al menos la consulta local en las áreas más afectadas por la epidemia.

Mientras, el Comité Veterinario Permanente (CVP) de la Unión Europea autorizó ayer a Holanda a utilizar vacunas contra la fiebre aftosa en un radio de uno o dos kilómetros de sus focos infecciosos. La delegación holandesa, que había hecho una solicitud en este sentido, se reservó la posibilidad de utilizarlas únicamente si aparecen nuevos focos en regiones con poblaciones de ganado más densas que las tres en las que se ha confirmado la enfermedad y supeditó su puesta en práctica a una eventual incapacidad a la hora de sacrificar las reses afectadas sin peligro de propagación.

Además, la comisión europea de la fiebre aftosa de la FAO -la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación- concluyó ayer en Roma su reunión bianual, con un llamamiento a una mayor cooperación internacional y al refuerzo de las medidas preventivas para enfrentar la situación en Europa que calificó de 'explosiva'. El nuevo presidente de la comisión, el español Ignacio Sánchez, destacó la vulnerabilidad de la cabaña ganadera europea ante una enfermedad que conlleva elevadísimos daños económicos y 'cuyo alcance es todavía difícil de valorar'.