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Las academias autonómicas instan a la RAE a respetar el "marco legal" con los topónimos Las instituciones catalana, gallega y vasca plantean "un estudio conjunto" de los nombres

Representantes de las academias de las lenguas catalana, gallega y vasca instaron ayer a la Real Academia Española (RAE) a estudiar "conjuntamente", y "con criterios científicos", sus diferentes puntos de vista sobre los topónimos (nombres de lugares) y le recordaron que "el marco jurídico vigente establece que la forma legítima y normativa de los topónimos es la autóctona". Las tres academias se han sentido molestas porque la RAE incluyese topónimos castellanos de localidades de esas tres comunidades en el apéndice de la Ortografía sin consultarles.

Los miembros de las tres academias (Institut d'Estudis Catalans, Real Academia Galega y Euskaltzaindia) hicieron pública ayer en Bilbao una declaración conjunta que resume en cuatro puntos sus principales demandas: recordar que "la forma legítima y normativa" de los topónimos es la de las lenguas cooficiales; solicitar que el uso de topónimos ajenos sea estudiado de forma conjunta, y con "criterios científicos", por las cuatro academias de la lengua existentes en España; alertar sobre la "destrucción del patrimonio" toponímico, y pedir a los medios de comunicación que adecuen sus libros de estilo al nuevo marco jurídico en cuestión de nombres de lugar.La declaración parte de la disconformidad de las academias vasca, gallega y catalana respecto al Apéndice 3 de la Ortografía de la lengua española, publicada en 1999 por la RAE. En este sentido, el vicepresidente de Euskaltzaindia, Henrike Knörr, manifestó que el apéndice "contiene cosas que no están bien hechas" y reprochó a la RAE que no consultase previamente sus criterios con las otras tres entidades.

"En esta reunión no hay ningún representante de la RAE, como se puede constatar, aunque sí hubo contactos tiempo atrás. Sería muy importante que estas reuniones entre las cuatro academias continuaran", apuntó Knörr. Para el vicepresidente de Euskaltzaindia no existe ninguna razón para que, desde 1985, no se hayan reunido con la Academia Española. "Simplemente no ha sucedido", apostilló. Knörr señaló que a la reunión de ayer no le animaba intención política alguna. "Nos anima el propósito común de tutelar nuestras lenguas, un cometido que corresponde a nuestras academias. Creemos en la convivencia de nuestras lenguas porque pertenecen al patrimonio de todos".

Nombres "disparatados"

La declaración también advierte sobre "la destrucción del patrimonio toponímico" que en toda España están llevando a cabo "las modernas urbanizaciones, sustituyendo la toponimia genuina por denominaciones innecesariamente nuevas y, con harta frecuencia, banales o exóticas". A este respecto, Knörr dijo que se está asistiendo a un verdadero "desastre topoecológico, donde unos promotores ponen Urbanización Miami, por ejemplo, con nombres totalmente ajenos a las tradiciones lingüísticas y culturales de los respectivos lugares".

Para el representante catalán, Josep Moran i Ocerinjauregui, éste es el problema más grave de Cataluña. "Debido al turismo, se sustituyen los nombres tradicionales por otros híbridos o disparatados. Los ayuntamientos aprueban esas denominaciones. Eso se tiene que acabar. Los ecologistas harían bien en ocuparse de este tema porque es un tema ecológico", apuntó.

En Galicia, según señaló Xesús Ferro Ruibal, miembro de la Real Academia Galega, existe la mayor cantidad de topónimos de España -"más de la mitad del total"- debido a su estructura local. "Debido al proceso de abandono del campo, se instalan nuevos pobladores que olvidan los nombres autóctonos. Se pierde así información histórica. Recuperarla es el problema mayor de nuestra academia. Aunque estos lugares están registrados en los catastros, la forma en la que aparecen ahí es hilarante", comentó Ferro Ruibal.

"Al igual que en nuestras lenguas se respetan escrupulosamente los topónimos castellanos, querríamos que se respetaran los nuestros", concluyeron los tres representantes.

Los representantes de Cataluña, Galicia y Euskadi dicen tener una relación "fluida" con la Española

Nombres vascos como Azkoitia o Barakaldo, ambas únicas denominaciones oficiales reconocidas, que aparecen en la Ortografía de la Lengua Española como Azcoitia y Baracaldo, o nombres catalanes como Sant Boi de Llobregat, traducido por la RAE como San Baudilio de Llobregat, "a pesar de que esa denominación no es utilizada ni tan siquiera por los vecinos castellanoparlantes de esa localidad". Estos fueron algunos de los ejemplos que la semana pasada saltaron a las páginas de los medios de comunicación cuando las tres academias autonómicas anunciaron su intención de reunirse para analizar los topónimos aprobados por la Real Academia Española y, posteriormente, realizar una declaración. El vicedirector de la RAE, Gregorio Salvador, se manifestó sorprendido por las críticas de las tres academias autonómicas (ver EL PAÍS del 23 de abril de 2000). "Lo que tenga que decir la academia gallega, catalana y vasca, que se ocupan de esas lenguas, acerca de lo que decida la academia de otra lengua, es como tratar de gobernar la casa del vecino", afirmó Salvador. "La cosa no tiene vuelta de hoja", añadió, y señaló que la oficialidad en una comunidad es "regional, mientras que la ortografía española es una ortografía de 20 naciones". El apéndice de topónimos incluye nombres de localidades en su lengua autóctona y los remite a la acepción en castellano. Esto es así en nombres en lenguas de España como en nombres extranjeros. En las capitales de provincias, la Ortografía de la RAE sigue remitiendo al topónimo en castellano, cuando su nombre oficial es el autóctono. Así ocurre en Lleida, Girona o A Coruña, donde se indica "ver" Lérida, Gerona o La Coruña, respectivamente.

Los representantes de las academias catalana, gallega y vasca manifestaron ayer su "propósito de contar con la Academia Española, con cuyos miembros tenemos una relación fluida y exenta de animosidad", y restaron importancia a la polémica.

José Luis Lizundia, vicesecretario de Euskaltzaindia, señaló que "la situación se ha precipitado por esas declaraciones [las de Gregorio Salvador], pero la única intención nuestra era analizar el apéndice". Además, añadió que otros miembros de la RAE les habían expresado su disconformidad con las palabras del vicedirector. "Desde la Ley de Normalización Lingüística de 1982 hay una nueva situación democrática y los nombres de los municipios son competencia de las Comunidades autónomas y hay que habituarse a eso", dijo.

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