Los restos hallados bajo el estadio de Mérida permanecerán enterrados
El equipo de arqueólogos trabaja a ritmo frenético para catalogar las tumbas
Un equipo de arqueólogos, topógrafos, dibujantes y obreros trabaja desde las ocho de la mañana a las diez de la noche para catalogar con detalles los restos de las tumbas romanas encontradas bajo el césped del estadio municipal de Mérida. Una vez finalizada la catalogación, los restos permanecerán enterrados. "El valor científico es muy importante, porque profundizamos aún más en el urbanismo de Mérida", señala el director general de Patrimonio de la Junta de Extremadura, José María Soriano.
Ayer eran muchos los curiosos que se desplazaron al estadio para contemplar las tumbas y los restos de los esqueletos que en algunos casos aún se conservan junto a vidrios, cerámica y otros objetos. Son unos privilegiados porque estos hallazgos volverán a permanecer bajo tierra una vez que se levante el nuevo césped. "Posiblemenente no se cambie de lugar ningún elemento", dice el máximo responsable del patrimonio extremeño: "Una vez estudiados y catalogados, volverán a cubrirse de tierra con una protección especial que impedirá su deterioro".Se habla de la posibilidad de modificar el proyecto original de remodelación, pero Soriano no cree que sea preciso: "Todo depende del alzado de los restos, y si acaso se desviaría la ubicación de algún pilar de los graderíos del fondo". A lo que sí parece decidido es a no establecer en el estadio ninguna referencia escrita que delimite la existencia de un yacimiento para evitar tentaciones a los depredadores del patrimonio.
300 millones invertidos
Los restos se descubrieron al levantarse el actual césped. Cuentan que José Fouto, el presidente del Mérida, se llevó las manos a la cabeza, al conocer la noticia. Más de 300 millones de pesetas se están invirtiendo en ampliar el aforo y remodelar las instalaciones. Soriano lanzó ayer un mensaje tranquilizador: "No debe haber problemas para que las obras continúen a ritmo normal".Entre los hallazgos hay restos de una conducción hidráulica del pantano de Cornalvo, una piscina para los residuos del acueducto, alrededor de 30 tumbas funerarias, fechadas posiblemente en el siglo I, un horno y ajuares.
Babelia
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