Guía de enojados

No se tranquilicen; siempre hay algo de lo que preocuparse. El herpes o el holocausto nuclear no han desaparecido, pero son ya preocupaciones del pasado. He aquí, por el contrario, algunas de las preocupaciones que ya han afectado a este recién estrenado 1988. Es posible que se encuentre uretano en el vino. El radón, ese gas invisible y radiactivo, podría estar colándose en el sótano. Hay demasiado ozono en el aire que respiramos, lo cual puede dañar nuestros pulmones. Pero hay muy poco ozono en la estratosfera, lo que hace que los rayos ultravioletas nos quemen la piel y afecten a nuestros ojos.El dólar puede experimentar una fuerte recuperación, lo que arruinaría las mejoras registradas en la balanza comercial estadounidense. Cualquiera puede sufrir un ataque al corazón si hace muy poco ejercicio; pero a cualquiera le puede pasar lo mismo por hacer deporte en exceso.

Incluso si el vino no tiene rastros de uretano, puede ser que contenga sulfitos. Y lo mismo puede ocurrir con la cerveza. Además, en cualquier caso, ambas bebidas contienen alcohol, sustancia química mucho más peligrosa.

¿Significa todo esto que la vida moderna no es sino una pesada carga para los norteamericanos? No; se trata simplemente de inquietudes distintas. Las preocupaciones, como todas las cosas, se desarrollan y deben ser cambiadas por otras. Lo único que permanece es la disposición a seguir preocupándose.

11 de enero