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Especialistas israelíes y españoles plantean en Tudela la reivindicación histórica de la comunidad sefardí"

CARMELO C. RIDRUEJO Con la inauguracion de un monumento en recuerdo de Benjamín de Tudela -quien en la segunda mitad del siglo XII recorrió todos los países europeos y asiáticos donde existían comunidades judías-, concluyó el domingo pasado la Primera Semana de Estudios Sefardíes, que durante una semana se ha celebrado en Tudela (Navarra). Especialistas israelíes y españoles debatieron las raíces judías de Tudela, una ciudad que en la Edad Media acogió a judíos, cristianos y musulmanes en una armonía poco común. Esta Semana, organizada por el ayuntamiento y patrocinada por el instituto Arias Montano, la Diputación de Navarra y la Federación Sefardí, de España, tuvo carácter de reivindicación histórica y de reconocimiento ala comunidad sefardí", en palabras de Javier Labarga, responsable de Cultura del Ayuntamiento.

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El municipio de Tudela, que guarda uno de los mejores archivos de la historia de la comunidad sefardí, prepara además la celebración de una semana de estudios árabes el próximo año.A lo largo de esta semana permaneció abierta en el centro cultural Castel-Ruiz una serie de exposiciones de pintura, filatelia ¡sraelí, tapices, fotografias sobre kibutzs, así como una muestra bibliográfica. Además tuvieron lugar diversos recitales de música, uno de ellos de canciones sefardíes.

Una de las participantes en esta semana fue Elena Romero, doctora en Filología Semítica, jefa de la Unidad del Judaísmo del instituto Arias Montano, quien en su conferencia sobre el poeta judío nacido en Tudela Jehuda Ha-Levi señaló que éste era uno de los cuatro grandes de la escuela hebraico-española de poesía, que comenzó a partir del siglo X, junto con Shemuel Ha Nagid, Shelomó Ibn Gabirol y Moslié Ibn Ezra. "Esta escuela", según Elena Romero, "representó una revolución en la poesía hebrea de su tiempo".

Jehuda Ha-Levi, personaje inquieto, viajero, obsesionado por el culto a las letras y a los grandes ideales de su pueblo, escribió El kuzari, obra en la que trata de demostrar la superioridad de la religión judía sobre la musulmana y la cristiana. Jehuda Ha Levi un poeta vitalista y humano prácticamente desconocido, tiene presente, en opinión de Elena Romero, de un modo reiterativo en toda su obra la idea del retorno a Israel. "Quizá", dijo, "la parte de su obra más bella sean las sionidas, unos cantos a Israel en los que expresa precisamente esta necesidad de la vuelta".

La mesa redonda sobre Convivencia entrejudíos, moros y cristianos fue uno de los actos de esta semana sefardí que más público congregó. En la misma intervinieron Claudio Guillén y Fernando Díaz Esteban, de la Universidad de Barcelona; Haim Beinart, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y José Luis Lacave y Elena Romero, del instituto Arias Montano, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Para Haim Beinart, la sociedad judía hispánica no estaba exenta de tensiones, como ocurría en cualquier otra comunidad, aunque su convivencia no era siempre igual, ya que les afectaban las soluciones políticas cambiantes.

José Luis Lacave, director del instituto Arias Montano, por su parte, señaló que "la sociedad judía era una minoría, y esto era aceptado o todo lo contrario, según la época. Influía la política y también la sociedad que le rodeaba, la mora y la cristiana. Cuanto más cultura, por regla general, más fácil sería la convivencia dentro de la misma sociedad". A juicio de José Luis Lacave, los judíos llevaron también una vida normal dentro del mundo árabe, y posteriormente, cuando llegó el avance de la reconquista, las comunidades judías, se van hispanizando. "Es", dijo, "precisamente en el siglo XV, cuando más hispanizados están, cuando se les expulsa de España".

Fernando Díaz Esteban, al explicar la convivencia entre estas tres comunidades, hizo hincapié en el aspecto religioso. "La religión más antigua de las tres es la hebrea", afirmó. "Los cristianos", agregó, "tienen un suplemento a la Biblia hebraica, que es el Nuevo Testamento. Y los musulmanes tienen una mezcla de judaísmo y cristianismo. De modo que cuando los cristianos se hacen dueños del poder no pueden eliminar a los judíos, pues son sus antecesores espintuales, e intentarán por todos los medios que se adapten a la nueva religión. De igual manera ocurrirá con los árabes. Esta génesis es lo que en definitiva permite que haya esa convivencia externa política y que al existir ésta permita a su vez la convivencia cultural y de relación".

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