_
_
_
_
Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Proteínas para el mundo

La principal causa de la muerte de millones y millones de seres humanos en todo el inundo es la escasez de proteínas.Esa escasez alarmante que da origen al hambre, a la desnutrición, a la enfermedad y a la muerte.

Cuando iniciamos nuestras investigaciones para aumentar el contenido de proteína en las plantas de interés agrícola hace cuarenta años, era ya un grave problema que nos dolía, lo había sido durante siglos, lo es hoy y creemos que, a pesar de las grandes perspectivas de nuestra investigación y de la importantísima que hoy se hace en el mundo (incluidas las de la incipiente ingeniería genética), no serán los dirigentes mundiales capaces de tener alma para el dolor ajeno y seguirán destruyendo alimentos, manipulándolos o reduciendo las producciones, insensibles al hambre de los pobres. La población mundial aumenta constantemente y calculan que para el año 2000 ésta será superior a los 5.000 millones de seres humanos. El consumo de proteína vegetal en el mundo es superior al 70% del total, que en gran parte procede de los cereales, que también contribuyen en gran parte a la producción de la proteína animal que consume el hombre.

Por tanto, es lógico pensar en satisfacer no sólo las necesidades de proteína que necesitan los humanos, sino también en las que precisa el ganado, cuyo desarrollo debe ser paralelo al creciente aumento de la población mundial. Uno de los grandes temas, quizá el primero de los temas actuales, es el de buscar nuevas fuentes de proteína que puedan cubrir las necesidades mundiales, y creemos firmemente que una de estas fuentes, quizá la más racional y eficaz, es la de obtener nuevas variedades de plantas, especialmente cereales, con altos niveles de proteína.

Fundamentamos nuestra afirmación en el éxito de nuestras largas investigaciones en cereales (y el de las que paralelamente se hacen en el mundo), en las que hacemos intervenir géneros y especies diferentes a las que mejoramos, que de ordinario son plantas silvestres. Hemos alcanzado en trigos niveles de proteína superiores al 25% y contenidos de lisina en proteína de más de 4,50, y esperamos confirmar niveles superiores. La, media normal de las variedades cultivadas está comprendida entre el 9% y el 13% de proteína y 2,50 a 3 de lisina.

Las cifras que anteceden son claramente significativas y creemos haber transferido ya niveles superiores al 30% de proteína. Estas nuevas obtenciones y otras mundiales no necesitan ninguna manipulación para tener la más alta calidad y valor nutritivo, serán producidas por agricultores en el medio y con procedimientos normales, y su distribución se hará prácticamente innecesaria porque se producirán en todo el mundo.

Estas investigaciones, que han necesitado un largo y no fácil período de desarrollo, nos han permitido obtener resultados extraordinarios, entre los que vamos a destacar los que siguen:

- La transferencia al trigo y a otras especies del alto contenido de proteína y lisina que poseen los géneros y especies silvestres utilizados en nuestra investigación.

- La rusticidad, resistencia a sequía y a enfermedades propias de las especies empleadas.

- La alta calidad de nuestros trigos que han intervenido en la mejora.

- El enanismo originado en nuestros cruzamientos sin riffiguna intervención de enanos de otro origen.

- El aumento del valor nutritivo de los cereales que mejoramos, por los mayores niveles de proteína conseguidos.

- Las grandes posibilidades de reducir las importaciones de proteína (soja, etcétera), que podrá ser suplida con la proteína adicional de los nuevos trigos en alimentación humana y animal.

- Y, sobre todo, el valor del nuevo material genético que hemos originado, cuyo potencial de mejora es de tal magnitud que es previsible que en esta nueva era se alcancen límites insospechados para hacer del trigo y de los otros cereales plantas mucho más valiosas. Nos permitimos hacer unos comentarios un tanto informales relacionados con la incipiente ingeniería genética, investigación que admiramos, pero que quizá encierra fundamentales peligros para el hombre si no se controla seriamente.

Cuando se conoce el alcance de una investigación que puede reducir tan grave escasez de proteína, que además produce proteína de alto valor biológico; que no será nunca proteína manipulada ni dirigida por multi-internacionales, sino creada por agricultores naturalmente, que dará productos de gran calidad, que su distribución, entre otras muchas más cosas, no será tan fácilmente manejada, y aunque no parece muy próxima su fabricación empezamos a sentir miedo de un futuro no bien conocido aún. Pensamos que la investigación española contribuirá, si tiene éxito, a que esas multi-internacionales aprovechen económicamente esa investigación que pagarán los españoles.

Hay una especie de fiebre en los dirigentes científicos españoles para acelerar ese proceso de investigación de ingeniería genética en muchos aspectos, y nos parece que abandonará o descuidará otras investigaciones más cercanas y reales que necesitan inversiones menores. Es muy pronto para formar un juicio acertado, pero no debe olvidarse que es cada día más importante la salud, el mejor sabor de los alimentos y la fabricación natural, sin manipulaciónes, de unos y de otros, a las que estamos hoy habituados.

es director del centro Investigación y Mejora Genética de Plantas de Montemediano. La Rioja.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_