El mercado español esquiva el miedo europeo a los pepinos
Los vendedores minoristas reconocen que la crisis ha afectado en alguna medida a las ventas, pero sin que cunda la alarma
En el mercado del barrio de Ventas, en Madrid, el tema de día son los pepinos. No hace falta comenzar una conversación sobre el asunto, sino unirse a cualquiera de ellas. "Vaya rollo con lo de los pepinos", se oye decir a unos vendedores. "Son unos sinvergüenzas", espeta una señora de 73 años unos puestos más allá sin ser capaz de concretar si se refiere a los alemanes, a los productores, a la UE o a quién. En general, algunos tenderos tratan de normalizar la situación afirmando que los consumidores "los siguen comprando exactamente igual", pero lo cierto es que la mayoría reconoce que la crisis provocada por el brote de la bacteria E.coli en Alemania, que se ha achacado a pepinos españoles, sí ha afectado a las ventas aunque no ha cundido la alarma.
La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas, FEPEX, prevé que el bloqueo a la exportación de verduras españolas le está costando entre 175 y 200 millones de euros semanales al sector. Todavía no hay estadísticas, sin embargo, sobre el mercado nacional, aunque las noticias que les llegan a través de los productores es que "en principio no ha afectado". Al menos no tanto como a las exportaciones. Habrá que esperar unos días, no obstante, para poder hacer los cálculos en función de las cifras de ventas, cancelaciones, previsibles bajadas de precios y otros factores. Los comerciantes minoristas, por el contrario, aseguran que ya lo están sintiendo, pero levemente.
"Hay gente muy suspicaz que deja de consumir por si acaso. Pero vamos, la mosca está detrás de la oreja", explica Ángel, de 44 años, uno de los dependientes del mercado que asegura que sigue vendiendo pepinos -como confirman unas compradoras-, pero "un poco menos". Estima que si en esta época del año suele despachar alrededor de 10 kilos de pepinos al día, desde que el sábado se desató la crisis, vende unos siete kilos. El precio es deun euro por día, así que lo que deja de facturar son tres euros al día, lo cual, según dice, "no se nota mucho".
Mercedes, de 55 años, tiene un par de puestos de frutas y verduras en el mercado y sí ha precibido un bajón. "El sábado no se vendió ni un kilo", afirma rotunda, aunque la situación está mejorando: "Hoy sí, no para echar cohetes, pero alguno hemos vendido". En el siguiente tenderete, Yesenia, de 31 años, no duda al decir que "sí se nota mucho". Su vecino Eduardo, de 34 años, relata que esta mañana en Mercamadrid -el mercado central que abastece a los minoristas de la región-, se veían "más palets de pepinos de lo habitual", que podría traducirse, según su opinión, en una bajada del precio de venta al público a partir de mañana. De momento, en Madrid, el precio no ha descendido.
Los compradores del mercado, la mayoría mujeres, aseguran que no han cambiado sus hábitos de consumo. Lidia, arquitecta técnica de 50 años, es una de las que dicen que come y seguirá comiendo la hortaliza de marras. Contesta con escepticismo e indignación que no se cree nada y opina que el caso es "escandaloso". "Hay que demostrar donde se han contaminado antes de hablar. Nos han hecho mucho daño y habría que pedir dimisiones e indemnizaciones", dice en referencia a la acusación alemana. Las teorías conspiratorias sin base en hechos concretos, que ven una intencionalidad de perjudicar al sector hortofrutícola español, era en lo que más coincidían ayer vendedores y compradores en las Ventas.
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