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El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, en la rueda de prensa, este martes en Madrid.
COLUMNA

Caridad eclesiástica

El desplante de los obispos ante el informe del Defensor sobre la pederastia ofrece una oportunidad histórica a la derecha católica española para mostrar su indignación de creyentes por la resistencia a la contrición de sus autoridades espirituales

El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella (derecha), y el presidente del despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo, Javier Cremades, hace un año, durante la presentación de la auditoría independiente sobre los abusos a menores en el seno de la Iglesia española.
ABUSOS SEXUALES EN LA IGLESIA CATÓLICA

La auditoría encargada por la Iglesia a un despacho de abogados aventura “varios miles de víctimas” y recomienda compensar a los afectados

Cremades & Calvo-Sotelo desmiente las cifras de los obispos sobre la pederastia. No tendrá una investigación propia, pues solo ha contactado a 150 afectados, ni ha tenido acceso a archivos eclesiásticos. Se centrará en un análisis de los errores cometidos y en hacer propuestas

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