El creciente club de los economistas chinos silenciados
Cualquier experto que se atreva a poner en duda en público la versión oficial sobre el sólido crecimiento del país cae en el ostracismo
Cualquier experto que se atreva a poner en duda en público la versión oficial sobre el sólido crecimiento del país cae en el ostracismo
Siento que una parte de tu intimidad aún sobrevive en estas prendas de hermano mayor que recogí de tu casa casi a hurtadillas.
Sobrevivieron tres, los que esquivaron la heroína. Pienso con bastante frecuencia en todas esas madres que llenaban de flores los cementerios.
Algunos herederos trabajaron para que aquello que sabías grande y no alcanzaste permaneciese como herencia y tu apellido firmara columnas
Te obvié. Y casi, casi, te olvidé. No voy a hacerme la fuerte, esto nunca ha sido un adiós definitivo, sigues rondando mi cabeza.
Le gustaba a Carmen Laforet bromear con estas cosas tan serias. Por ejemplo, los duendes… ¿Tú crees en ellos?
No solo era tu hermosura lo que amaba el rey; también tu sensatez y ese buen juicio con el que te comportabas como reina de facto
No pasó demasiado tiempo tras vuestra muerte para que os convirtierais en inmortal. La estima hacia vuestros edificios creció imparable
Paseante de espíritu naturalmente urbano, testigo de la ciudad futura, solo te pido que continúes deambulando por ella y nos cuentes la experiencia
Apelar a lo concreto y convertirlo en categoría manifiesta el sesgo arbitrario del que cree haber alcanzado la verdadera comprensión del mundo
Me pregunto si, tras 20 años de cárcel, pudiste acariciar la felicidad; a ratos, quiero decir, como todo mundo
Escribiste dos cartas, dos misivas de un anciano al señor del mundo en las que osa advertirle contra la ciega soberbia que infunde el poder
Pienso que en las derrotas solo se aprende una cosa: a perder mejor. Lo cual, por otro lado, es tremendamente útil
Saturno es la locura, la imposibilidad de resolver nada, el tiempo que se impone sobre el hijo, sobre el pintor, sobre sí mismo y nosotras
Sabes mejor que yo lo que dirías a tu abuelo, a quien llamabas papá. Al hombre que te enseñó los nombres de las plantas, de los árboles, de la vida
Como a ti, me interesan las periferias. De tu escritura aprendí el perpetuo combate entre lo personal y lo político
Tus reflexiones, tu siembra incesante a través de notas, conferencias, ensayos me han mostrado que teatro y narrativa no son caminos distintos
Después de haber sido el primero en dar la vuelta a la Tierra, son muchos quienes ignoran qué fue de vos, tras semejante hazaña
Siempre estuviste imbuida de un afecto profundo por todos los perdedores de todas las batallas de un siglo amante de supuestas virtudes ideológicas
Eres tú el que desmiente a los existencialistas: empujados por ti, hemos descubierto y vivido en propia piel que el paraíso está en los demás
Creas en lo que creas, debe de ser duro disparar a tres chicos en la nuca mientras mean al borde de la carretera. Pero tú lo hiciste, Pat, ¿verdad?
Seguiré echando de menos una llamada para quedar a cenar, para ir juntos al Prado, para volver a sentarnos frente a la chimenea
Quizá sea ahora cuando podamos abrir ese armario donde cuelgan todos esos abrazos aplazados y probarnos unos cuantos
Me gusta pensarte femenina, algo vaga y con un sentido del humor absurdo, un poco como yo. ¿De qué se ríen las calaveras? Nadie lo sabe
Más de una vez repetí el ritual de manosear vuestras tripas, y apresaba novelas y fingía entender las palabras con solo tocarlas
Apariencia tranquila y desafío permanente, detrás del punto rojo de la brasa del pitillo ansioso. ¿Quién era ese padre de familia?
Nos has dejado muy claro que la felicidad no está fuera sino dentro de uno mismo. Y esa felicidad tuya, esa alegría la transmitiste, la regalaste