García Márquez y otros clásicos del ‘boom’ literario latinoamericano se convierten en series
Desde ‘Cien años de soledad’ hasta un biopic de Carmen Balcells. El ‘boom’ toma al asalto en mundo de las plataformas de ‘streaming’
El poder de las historias del boom latinoamericano no cesa. Su magnetismo y su influjo en palabras ha traspasado fronteras idiomáticas, pero también disciplinas artísticas. Muy pronto, varios cineastas quisieron llevarlas a la pantalla. El primero de ellos, Luis Buñuel, que no logró levantar ningún proyecto junto a los autores de aquella generación y otros que la inspiraron, pero que los contempló muy en serio.
En el caso de Buñuel, la atracción era doble. “Para nosotros, él era la verdad vivida”, decía Álvaro Mutis. Ellos también quisieron que el maestro los adaptara a la pantalla, empezando por Gabriel García Márquez, que le entregó un guion propio titulado Es tan fácil que hasta los hombres pueden, cuando ambos vivían en México. Don Luis declinó la oferta, pese a que Gabo lo veneraba. No ocurrió así con ‘Las ménades’, un cuento de Julio Cortázar incluido en el volumen Final del juego, que Buñuel sí quiso hacer. También con El lugar sin límites, la novela de José Donoso, y Pedro Páramo, de Juan Rulfo, de quien garabateó y subrayó un ejemplar con la idea de trabajarlo en imágenes, según ha investigado Javier Herrera.
Este viejo sueño de Buñuel lo está llevando ahora a cabo Netflix en un largometraje que dirige Rodrigo Prieto y cuyo guion corre a cargo de Mateo Gil. Es uno de los proyectos estrella de la plataforma para 2024 en América Latina: un territorio en el que la marca anda desarrollando actualmente 50 proyectos.
La novela que Buñuel había elegido de Donoso fue finalmente adaptada por Arturo Ripstein. Este también rodó El coronel no tiene quien le escriba, de García Márquez. Los años ochenta, noventa y el comienzo de 2000 alumbraron muchas más películas de autores latinoamericanos pertenecientes al boom. Hollywood se interesó en Gringo viejo, de Carlos Fuentes, dirigida por Luis Puenzo y protagonizada por Gregory Peck y Jane Fonda, y La casa de los espíritus, de Isabel Allende, fue adaptada por Bille August con otro reparto espectacular en el que destacaban Meryl Streep, Jeremy Irons o Antonio Banderas. En Perú se abordó Pantaleón y las visitadoras, de Mario Vargas Llosa, adaptada dos veces por Francisco Lombardi, una en 1977 y otra en 1999. También este director rodó La ciudad y los perros en 1985, mientras que Luis Llosa se adentró en La Fiesta del Chivo, junto a Isabella Rossellini, en 2005.
El largometraje ha sido un formato fílmico crucial para multiplicar los efectos fabuladores de esa generación fundamental de escritores. Pero el siglo XXI los adopta también en el formato audiovisual estrella: las series de televisión. En eso, el boom no solo destaca por sus historias, también por los personajes que le dieron mayor vigor y lo protagonizaron.
García Márquez tiene una ventaja sobre el resto. Su hijo Rodrigo García Barcha es un maestro del arte audiovisual. Tanto en series como en películas. En Hollywood, no se le conoce como el hijo de Gabo, sino más bien al revés. Al Nobel se le identifica como el padre de Rodrigo. García Barcha ha sido clave en series como Los Soprano o A dos metros bajo tierra, y adaptó a la versión norteamericana En terapia, obra original del israelí Hagai Levi. Triunfó con películas como Cosas que diría con solo mirarla, Madre e hija o Albert Nobbs, con Glenn Close.
Pero desde hace una década ha decidido apartarse de las historias más anglosajonas y apostar por las latinas. En 2020, Netflix anunció que adaptaría Cien años de soledad bajo la supervisión y el permiso de Rodrigo García. La familia del Nobel solo puso una condición: que se rodara en Colombia y en español. Con ello, los herederos rompían un tabú. Al parecer, su padre no quería verla trasladada al cine y rechazó en vida algunas propuestas que vinieron de nombres consagrados, como Anthony Quinn. Actualmente la serie se rueda en el país sudamericano, principalmente en enclaves de Tolima, dirigida por Álex García López, entre cuyos trabajos destacan The Witcher y Utopía, junto a Laura Mora, autora de Matar a Jesús o Los reyes del mundo. Los guiones los han escrito José Rivera, Natalia Santa, Camila Brugés y Albatros González.
Los del boom también interesan ahora como materia de ficción. Existen dos proyectos más en torno a lo que fue el fenómeno más importante en la cultura hispana de la segunda mitad del siglo XX. Uno traerá tanta o más polémica de la que ha levantado el libro. Se trata de Los genios, de Jaime Bayly, que será adaptada por la productora Brutal Media. La obra cuenta el desencuentro que se produjo entre García Márquez y Mario Vargas Llosa. Una amistad casi fraternal que se rompió en 1976, el día en el que el Nobel hispanoperuano propinó un puñetazo al Nobel colombiano.
Otra serie que vendrá tiene que ver con la agente de ambos y de otros autores del boom: Carmen Balcells. La protagonista será Carmen Machi, y el director, Óscar Pedraza. Se titulará La Agencia del Boom. El siglo XX perteneció literariamente a todos aquellos autores. Casi todos ellos siguen vigentes en el XXI gracias, ahora, en gran parte al poder de las pantallas.
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