_
_
_
_

Vinos naturales: ni son mejores para el planeta ni convencen a los críticos, ¿por qué arrasan?

¿Más verdes que los 'eco'? Sería mucho decir...

Por la crisis del coronavirus, BuenaVida no está en quioscos. Descárgalo gratis aquí

Los vinos naturales tenían que llegar. Son el producto de una idea romántica basada en desterrar todo lo que suene a artificial y encomendarse a la uva, a la tierra, al sol, a las nubes, las constelaciones, las estaciones, los insectos y hasta la luna. Algunos se aventuran a afirmar, incluso, que son más sanos (ninguna bebida alcohólica lo es, nos guste o no), y se venden pero siguen siendo los 'ratitos' de la clase.

Acostumbrados a un progreso cada vez más acelerado, muchos han decidido citar a Marx —Groucho— con un "paren el mundo que yo me bajo" y regresar a un estado más rural. Esta tendencia retro ha alcanzado, cómo no, al comer y al beber. Un ejemplo paradigmático son los vinos naturales elaborados por titanes del terruño que renuncian a sofisticados procesos fruto de años de I+D, para alumbrar caldos que se reducen a poco más que tierra y uva.

Aunque no hay una normativa que los defina, podríamos decir que son aquellos que nacen de suelos sin tratamientos químicos y no se filtran ni corrigen mediante levaduras químicas. Según la web de la Asociación de Productores de Vinos Naturales de España, son mejores para la salud al prescindir del sulfito o dióxido de azufre, que "puede producir jaquecas, migrañas y resacas". Acabáramos. Con "vinos" y "saludables" en la misma frase, no extraña el buen recibimiento del mercado, a pesar de sus singularidades. Entre ellas, los posos o un sabor "a sidra" o "zumo", que los críticos consideran defectos imperdonables.

Adrián de Marcos, sumiller y copropietario del restaurante estrella Michelin Magoga, de Cartagena, sin embargo, agradece que provengan "de bodegas que respetan y cuidan el viñedo"; y explica que, entre sus favoritos, están algunos elaborados en el Penedés. "Recaredo hace uno llamado Can Credo que es una maravilla". ¿Más verdes que los eco? Sería mucho decir: no parece que, pese a su compromiso con el entorno, vayan a salvar el mundo. Menos aún si son de importación. Como dicen en los anuncios, consuma con responsabilidad.

El planeta tampoco se va a salvar gracias a la pandemia del Covid-19, aunque el virus sí ha matado —al menos temporalmente— a otra de las bebidas favoritas de los españoles: la caña. Descubre todos estos artículos y muchos más en el nuevo número de BUENAVIDA, descargable gratis en pdf haciendo clic en este enlace.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_