Lo que hay detrás del pin que ahora luce el Gobierno español
El logo de la Agenda 2030 muestra el compromiso de España para cumplirla. Este recae ahora en una Secretaría de Estado dependiente del Ministerio de Asuntos Sociales. ¿Cuáles son sus primeros deberes?
Vicepresidencia segunda de asuntos sociales y Agenda 2030. La denominación de la cartera de Pablo Iglesias en el nuevo Gobierno ha hecho, al fin, famosos en España a los Objetivos de Desarrollo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Aprobados hace cinco años en Nueva York por 193 países, son conocidos tambien como Agenda 2030, por ser esa la fecha fijada para conseguir un mundo más justo y pacífico, y un planeta todavía habitable. Son 17 —desde acabar con la pobreza en todas sus formas hasta reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos— y su logo es una rosquilla del mismo número de colores que ha servido para la producción de no poco material promocional; el más popular, un pin. Lo llevaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la gala de los Goya. Y lo lucía el líder de Podemos en la solapa de su chaqueta el día de la investidura. Ya avanzaba la responsabilidad que iba a asumir. Ahora, ¿qué?
Antes de la creación del Alto Comisionado para la Agenda 2030 en junio de 2018, apenas conocían los ODS un "grupo reducido de personas", afirma Leire Pajín, presidenta de la Red Española de Desarrollo Sostenible (REDS). Una de esas pocas personas era Ione Belarra. "Vengo del mundo del llamado Tercer Sector y ya hacía sensibilización con los anteriores Objetivos del Milenio. Y después, con los ODS desde que se aprobaron", asegura la recién nombrada Secretaria de Estado para la Agenda 2030.
Belarra aspira a convertir España en "referente de la consecución de la agenda de desarrollo sostenible". En su opinión, los mayores retos para lograrlo en casa son dos. "Luchar contra la desigualdad social, que tiene relación con cómo se produjo la salida de la crisis económica. No hay nada más que ver los datos de pobreza infantil. Y el segundo es la emergencia climática", resume. "En este momento el grado de cumplimiento es escaso", reconoce. Un diagnóstico compartido por Marco Gordillo, portavoz de Futuro en Común, una plataforma de 50 ONG, redes y movimientos sociales, quien urge a la acción. "¿Nuestra sociedad ha avanzado en disminuir la desigualdad y somos más sostenibles ambientalmente? La respuesta es que no. Y han pasado cinco años desde la aprobación de los ODS", recuerda.
"El hecho de que por primera vez la Agenda 2030 dependa de una estructura ejecutiva es un salto cualitativo. Nos va a permitir pasar de las palabras a los hechos. Es el momento de hacer", afirma Belarra. "La gente tiene que saber que esta Agenda tiene que ver con cuestiones de su vida cotidiana, con la precariedad laboral, con la sanidad pública... Si se cumpliera, la vida de millones de personas mejoraría", apunta.
El hecho de que por primera vez la Agenda 2030 dependa de una estructura ejecutiva es un salto cualitativo. Nos va a permitir pasar de las palabras a los hechos Ione Belarra, secretaria de Estado para la Agenda 2030
La primera tarea será la elaboración de una Estrategia Nacional para el Desarrollo Sostenible 2020-2030. España se comprometió en su examen voluntario ante la ONU en julio de 2018 a tenerla lista en 2019, pero el calendario electoral retrasó la tarea. El Alto Comisionado que lideraba Cristina Gallach no ha concluido esa labor, pero todo lo que se venía trabajando se ha trasladado al nuevo equipo. "Hemos tenido varios contactos para el traspaso de agendas y materiales, temas que estábamos tratando y creemos que deben continuarse: desde la Estrategia hasta los pines y los cubos de los ODS. Y nosotros desaparecemos", explica Gallach.
No desvela Belarra plazos y contenidos de esa Estrategia más allá de que será "lo primero" que haga y dará "continuidad" al trabajo del Alto Comisionado que apostaba por las llamadas "políticas palanca". Se refiere a lo que el Plan de Acción presentado ante la ONU definía como "aquellos programas o políticas con capacidad de acelerar la implementación de los ODS, impulsar un desarrollo sostenible coherente y alcanzar un impacto más rápido y sostenido sobre aspectos clave para el progreso en el conjunto de la Agenda 2030".
Desde Futuro en Común reclaman que las políticas públicas "estén alineadas y que eso se refleje en los Presupuestos Generales del Estado". La Estrategia debe ser de "largo plazo y de consenso", añade Gordillo.
Otro de los retos que la Secretaria de Estado debe afrontar de forma urgente es, según los expertos, la puesta en marcha los mecanismos institucionales para coordinar la implementación de la Agenda que compete a todos los ministerios, instituciones públicas, comunidades autónomas y Ayuntamientos. Es lo que llaman "la gobernanza de la Agenda". Propone Gordillo volver a constituir la Comisión Mixta Congreso-Senado para la Agenda 2030, que era el espacio de rendición de cuentas sobre los progresos y para el control presupuestario. "Nunca se ha puesto en práctica porque se creó en febrero de 2019 y poco después se disolvieron las Cortes", lamenta.
En cuanto a la rendición de cuentas, el INE elaboró una primera fotografía de cómo estaba España respecto a varias de las 169 metas de los 17 ODS. "Desde REDS insistimos en la necesidad de ver la foto cada año con datos oficiales y comparables", anota Pajín. Solo así se puede conocer la efectividad de las políticas públicas, así como de las acciones del sector privado y la propia ciudadanía, en el cumplimiento de la agenda. "En esto vamos a trabajar los primeros meses. La rendición de cuentas tiene que mejorar para hacer una foto procesual de los ODS", avanza Belarra.
Secretaría de Estado, oportunidad o riesgo
Recién aterrizada en su oficina en el Ministerio de Asuntos Sociales, Belarra asume su nueva responsabilidad con muchos deberes pendientes, todavía sin un equipo decidido y con un tercio del plazo consumido para que España cumpla los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2030. Ella misma considera una oportunidad que esta tarea haya ascendido en la escala institucional, pues el Alto Comisionado para la Agenda 2030 tenía el rango de subsecretaría de Estado dependiente de Presidencia.
Este salto a Secretaría de Estado es considerado también positivo por la mayoría de agentes de la sociedad civil organizada especializados en ODS. "Que la Agenda 2030 esté al máximo nivel institucional es buena señal, significa que para el nuevo Gobierno es importante", razona Pajín. "Permite el acceso a recursos", agrega Gordillo, quien recuerda que sus predecesores trabajaron sin apenas presupuesto.
Que dependa del Ministerio de Asuntos Sociales también se ve con buenos ojos, pues en la etapa anterior se había puesto mucho el foco en la dimensión ambiental y en el papel del sector privado. "Ahora puede ser una oportunidad para que tenga más fuerza la dimensión social", anota Gordillo. Y que las organizaciones civiles recuperen su fuerza como actores en el cumplimiento de los ODS. Pero no se trata solo de mejorar en casa. "El reto es que haya coherencia entre agenda doméstica e internacional", recuerda Pajín. "Respecto a la política de cooperación, el compromiso es aumentar la ayuda al desarrollo al 0,5% del PIB", apostilla la exministra.
La gente tiene que saber que esta Agenda tiene que ver con cuestiones de su vida cotidiana, con la precariedad laboral, con la sanidad pública... Si se cumpliera, la vida de millones de personas mejoraría
Sin embargo, hay ciertos temores y dudas. Uno de ellos es el de "solapamiento". Así lo cree Gordillo, que habla en representación de Futuro en Común. En su opinión, existe un "conflicto real" entre la tarea de Belarra de elaborar una Estrategia Nacional de Desarrollo Sostenible para la próxima década, con el encargo que le ha encomendado Pedro Sánchez a Iván Redondo. Este dirigirá una oficina nacional de prospectiva y estrategia de país a largo plazo, de nueva creación, que "se encargará de pensar estructuralmente en la España de los próximos 30 años", según el comunicado de Moncloa.
Tampoco se muestra confiado Gordillo en la capacidad que tendrá una Secretaría de Estado para coordinar el trabajo de todos los ministerios en el primer Gobierno de coalición en España y que, por tanto, pilotan personas de diferentes partidos. "Desde un ministerio no se tiene esa capacidad", considera el experto. "Tendremos que ver cómo es la fluidez de trabajo. A lo mejor es buena, pero no lo vemos claro", muestra, reticente.
"No veo riesgo de solapamiento porque la Agenda 2030 es precisamente de articulación de esfuerzos: a nivel presupuestario y temático. Podemos tener una interlocución con el resto de ministerios de tú a tú", responde Belarra. "Mi voluntad es ser una colaboradora necesaria del resto de ministerios para trabajar en la misma dirección. Y también con las Comunidades Autónomas, sociedad civil y sector privado". La semana pasada, dice, ya se puso a disposición del Ministerio de Transición Ecológica y de Industria "porque los ODS llaman a transformar los sistemas de producción". En ambos, añade, ha encontrado buena predisposición para ponerse manos a la obra.
Pajín cree que el acuerdo entre las dos fuerzas políticas que forman el Gobierno y "el amplio conocimiento" de la Agenda 2030 de los ministros de ambos partidos, "facilitarán la coordinación". Sugiere, no obstante, trabajar de forma "más flexible e innovadora". En este sentido, Belarra ve un modelo a seguir en la implementación de los ODS en el País Vasco. "Han alienado la acción de Gobierno con la Agenda 2030. Eso se ha traducido en planes concretos y es un buen ejemplo en el que podemos inspirarnos para trabajar todos". Una ruta a seguir, pero están por ver las medidas que tomará a partir de ahora la vicepresidencia que lidera Pablo Iglesias más allá de ponerse un pin.
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